Capitulo 2: "Desición"

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– Nunca podría sacarte de mi vida, esto lo acabo de decidir hoy y aún estaba ideando una manera de decírtelo… Sólo estaba hablando con June sobre las posibilidades de adopción.

– Aun así, debiste hablar conmigo sobre eso primero, así los dos podríamos investigar como tener la custodia de la niña.

Shun se separó sorprendido mirando directamente al cisne.

– ¿Eso quiere decir que…?

– Te he dicho miles de veces que, tú eres mi sueño. No puedo imaginar algo más perfecto que formar una familia contigo. Esa niña, tal vez se ha topado contigo por alguna razón. – Shun sonrió cálidamente, se acercó a sus labios hasta chocar con ellos fundiéndose ambos en un dulce beso.

Las manos de Shun comenzaron a bajar por toda su espalda hasta sus caderas y de ahí pudo sujetar y quitar la camiseta del rubio.
Era extraño cuando Shun era el que iniciaba, pero justo en éste caso, Hyoga decidió no dar muchas vueltas en el asunto.

Las manos del menor acariciaron con suavidad su pecho, su torso llegando por debajo del ombligo donde los pantalones eran a frontera entre la lujuria y la cordura del momento.
Acarició un poco más el trabajado cuerpo de su pareja, alejándose por momentos de aquel terreno.
Se encargaba de darle placer por medio de su lengua, siguiéndola a través de su boca llegando cada vez más profundo y erótico.  Con sus piernas abrazando sus caderas haciendo chocar sus miembros sobre la ropa, movía sus caderas cada vez más fuerte.

Hyoga estaba reteniendo aquella pasión que le estaba provocando el menor. Pero quería contenerse para una mejor sensación.
Al fin, las finas manos del menor se acercaron a su cremallera liberando por fin la hombría del ruso.

– Ahh… Shun, tus manos están frías.

– Entonces, caliéntame más… – La dulce voz de su amante le hacía perder la cabeza. De un tirón bajó los pantalones de Shun hasta los tobillos, abrió sus piernas con suavidad y miró a sus ojos.

Andrómeda le sonrió mientras acariciaba su rostro, Con su otra mano dirigió el miembro hasta su entrada; donde comenzó a sobar la punta metiéndola y sacándola poco a poco por un rato.

La pérdida mirada de Hyoga sólo reflejaba el gran placer que estaba sintiendo en aquel momento hasta que el peliverde murmuró. – Métela.  – Fue entonces que reaccionó solo para seguir sus instrucciones.

Metió de un jalón toda su hombría, Shun tomó con fuerza las sábanas gimiendo delicadamente.
Las embestidas del rubio no se hicieron esperar, hundiéndose cada vez más en el menor; cada vez más fuerte e incluso cada vez más rudo.
Lo hicieron casi toda la noche, algunas veces acababa dentro de Shun, en su boca o en su espalda. Hasta que terminaron rendidos escasas horas antes que saliera el sol.

Los primeros rayos de luz se asomaron por su ventana despertando al mayor.
Bajó su mirada percatándose que Shun aún yacía dormido en su pecho, era en vano intentar levantarse sin despertarlo. Pero lo intentó.
Salió de su agarre y se sentó al borde de la cama, sintiendo unos brazos que lo abrazaron por detrás.

– Buenos días.

– Buenos días. Lo siento ¿Te desperté?

– No, está bien, creo que descansé lo suficiente, y me ordenaron al menos 3 días de descanso. – Suspiró.

– Bueno, bajemos a desayunar algo. Me tomaré el día hasta que tenga que abrir el bar.

– ¿No abrirás el café?

– No, quiero pasar el día contigo… Además, nos servirá para organizar los papeles de adopción. ¿Te parece bien?

El menor salió de la cama colocándose frente al rubio. – Si. – Besó sus labios y se dirigió al baño, se detuvo en la puerta de este girando su cabeza hacia su amante, le sonrió y lo llamó con el dedo para que ambos se ducharan juntos.

Cuando menos se habían dado cuenta ya estaban en las afueras de aquel imponente edificio donde llenarían los formularios y buscarían orientación de abogados.

El corazón de Shun latía muy rápido mientras sostenía e brazo de Hyoga, observaba sus alrededores.
Explicaron su situación, les brindaron una cita donde uno de los abogados explico los procesos y requisitos de adopción:

En primer lugar, teníamos que vivir juntos, al menos dos años como cónyuges.

No había problema, Hyoga y Shun ya tenían un poco más de 4 años compartiendo apartamento.

Uno de los dos debía tener al menos 25 años

Hyoga, acababa de pasar su cumpleaños número 25

Comprobar que pueden mantener al adoptado

Ambos llevaban en mano los papeles de sus trabajos, Shun como doctor y Hyoga como empresario local.

Sí la otra persona no tenía 25 años, entonces tenía que ser 17 años mayor que el adoptado

Listo, cubrían con los requisitos para su adopción.

Ambos estaban realmente contentos, comenzaron a llenar los formularios correspondientes, pero el proceso era largo en sí, así que solo era cuestión de esperar.

Anya... Nuestra Hija (HYOGA X SHUN) // OkashiroYukkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora