__Cariño, ya debo irme. -comento Daysi tomando su bolso y su teléfono-Patrick frunció su ceño y dejo lo que estaba haciendo para observar a su madre.
__¿A dónde vas? -pregunto curioso-
__Iré a comprarme unos zapatos cómodos -confesó- estos me están matando.
EL hombre sonrió y se levantó para besar su frente.
__Esta bien, cuídate.
__Lo haré mi vida -acaricio su rostro y se dirigió a la salida de la empresa-
Daysi le dijo a su chofer que la llevara al centro comercial, estando ya en este lugar empezó a recorrer todas las tiendas de zapatos, ella quería algo específico y había estado buscando estos por dos horas consecutivas, hasta que se rindió y paso por una última zapatería, si en este sitio no los encontraba volvería a su casa con las manos vacías.
__Buenas tardes.
__Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarla? -pregunto una joven bastante agradable-
__Estoy buscando un par de zapatos cómodos, pero que sean adecuados y sofisticados para mi trabajo, ¿podrías mostrarme los que tienes?
__Claro que sí, ahora mismo se los buscare, si desea puede esperar en el sofá -comento señalándolo-
Mientras esperaba donde se le dijo, observo a una chica entrar al área de trabajadores, su rostro se le hacía familiar, pero no lo recordaba con exactitud.
__Aquí los tiene -sonrió- pruébeselos.
Daysi se probó todos los zapatos que la joven le trajo, pero solo uno le gusto.
__Cariño, ¿podrías traerme un número más?, por favor.
__Si, ahora regreso.
Luego de responder un mensaje de Patrick, volvió a observar a esa joven quien ahora atendía a otros clientes, se le hacía difícil apartar la mirada de ella, Daysi debía de acordarse en donde la había visto.
__Tenga...
Se probó ahora ambos zapatos y le gustaron, sonriendo satisfecha, miro a la joven.
__Me los llevare, hija.
__Muy bien, sígame por aquí.
Daysi después de pagar sus zapatos agradeció y al irse, esa chica venia acomodando algunos zapatos y es cuando logra recordarla.
__Susan, ¿eres tú? -pregunto-
La chica subió su rostro sorprendida y sonrió al ver de quien se trataba, acomodo los zapatos mejor para poder abrazarla.
__Señora Daysi, ¿como esta?
__Bien querida, espero que tú también lo estés.
__Digamos que si -ladeo su cabeza y sonrió- me alegra que este muy bien...
__¿desde hace cuánto trabajas aquí? -pregunto con curiosidad-
__Hace un año y medio -respondió contenta-
__Que bueno hija -sonrió- ¿podrías darme tu número telefónico?, es para estar en contacto. Me gustaría salir más seguido con tu madre -confesó-
__Como no -sonrió y le dicto su número- ahí lo tiene...
__Muchas gracias -froto su brazo- ya debo dejarte, cuídate y saludos a tu madre.
*
Daysi había llegado alrededor de las 18:30hrs, cuando toma el pomo de la puerta, su hijo venia abriéndola también.
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Mi Preciosa Bailarina
Teen FictionDesde que la conocí no deje de pensar en ella, en su esencia tan sencilla y humilde. No se cuanto tiempo tarde para darme cuenta que esa bailarina se había llevado todo mi ser.