Al pasar los días, Daysi seguía contactándose con la familia flores; sinceramente eso le gustaba a Susan, podía notar a su madre un poco más feliz, con respecto a sus ensayos, cada vez eran mas exigentes pero aun así, ella no se detendría; cuando llego a su trabajo se pudo relajar de la ardua mañana que había pasado, su jefe le pidió que limpiara las vidrieras del local, como es de costumbre busco aquella pequeña escalera roja y fue así que comenzó su tarde laboral. Por otra parte Patrick y su madre decidieron tomar un café en el centro comercial que se encontraba cerca de la empresa, al estar en dicho lugar, ambos se colocaron a hablar sobre las nuevas empresas que se asociaban a ellos y en la capital que ingresaba, pero su conversación se ve interrumpida por una llamada de james, a Daysi le encantaba ver a su esposo, lo extrañaba pero se conformaba con observarlo a través de una pantalla, después de culminar la llamada, Patrick le propone a su madre caminar un poco, ningunos querían regresar a la empresa, mientras iban caminando Patrick frunce su ceño al notar a una chica montada encima de una escalera, el tenia muy malas experiencias con estas, así que sabia el dolor que causaba una caída de ellas.
__Se caera –señalo a la chica- y estoy seguro que le dolerá.
__Tienes razón –dijo Daysi agudizando su vista- acércate y prevenla –buscaba en su bolso, los anteojos-
__Bien, mamá –comento y se dirigió hasta la joven-
Patrick apresura su paso, cada vez la pequeña escalera se tambaleaba aun más, pero estando ya cerca, la chica pierde el equilibrio y este logra atraparla en sus brazos, iba a hacer una caída segura; Susan tenia sus ojos apretados y el corazón a mil.
__ ¿estas bien? –pregunto-
Susan simplemente podía asentir, no podía ni quería abrir sus ojos, estaba avergonzaba, cuando este pudo colocarla en el piso, suspiro cabizbaja.
__Gracias...
__Me acercaba para prevenirte pero...
Daysi quien había encontrado sus anteojos, se acerco rápidamente preocupada.
__¿estas bien? –pregunto al igual que su hijo-
Fue entonces cuando Susan sube su rostro y puede verla.
__¿señora Daysi?
__ ¡Susan! –exclamo llevando ambas manos a su boca- cariño, si Patrick no llega a tiempo, de seguro hubieses tenido una caída fuerte.
__Lo sé –admitió la chica y se giro para ver a aquel hombre que la había salvado- gracias nuevamente.
Patrick al saber que era ella, todo lo que quería decir se quedaba atascado en su garganta, era algo absurdo.
__De... Nada, debes –aclaro su garganta- debes tener mas cuidado, ellas –señalo la escalera- no son de confiar-
__Lo tendré en cuenta –comento la chica cabizbaja-
__Me alegra saber que no te ha sucedido nada –dijo- nosotros debemos regresar a la empresa, por favor, busca algo mas seguro, ¿si?
__Prometo hacerlo, señora Daysi –sonrió- nuevamente, muchas gracias, Patrick.
__No tienes porque agradecerme –sonrió embobado-
__Bueno, yo debo seguir trabajando, hasta pronto.
__Igualmente hija, saludos a tu madre...
Los dos se despidieron de la chica y se dispusieron a regresar a la empresa, pero Daysi había notado lo extraño que actuó su hijo, es por eso que no dudo en preguntar.
__ ¿Qué fue todo eso?
__ ¿a que te refieres? –pregunto el hombre confundido-
A lo que su madre se carcajeo con ganas y negó para seguir su camino, el resto de la tarde estuvo tranquilo pero Patrick estaba inquieto es por eso que cuando regresaban solo dejo a su madre.
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Mi Preciosa Bailarina
Ficção AdolescenteDesde que la conocí no deje de pensar en ella, en su esencia tan sencilla y humilde. No se cuanto tiempo tarde para darme cuenta que esa bailarina se había llevado todo mi ser.