Ella era preciosa,
era rubia,
era alta
y era una tormenta.
Pero no de las que te dejan el suelo mojado,
sino de las que te dejan la boca seca.
De las que te rozan con toda su lluvia, y te besan con sus miradas eléctricas.
De las que te llevan con su viento,
te meten en su huracán
y no te enseñan el camino de vuelta a casa.
Era de las que te dejan la boca seca.
Era un puto caos constante,
y era preciosa,
pero,
simplemente,
ya no es.
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Todas Mis Historias "De Amor"
PoetryYo tenía otro mundo, hasta que te convertiste en el mío