Mi amor hacia tí [Gilthunder x Tú]

IX

El sonido de la naturaleza y los pocos rayos de sol le despertaron, alguien la abrazaba dándole calor a su pequeño cuerpo, abrió lentamente sus ojos observando el rostro del caballero. Retiró el fuerte brazo que la sostenía y camino en busca de un lugar para ducharse.

Cerca de donde acampaban ella distinguió un lago con su respectiva cascada, no dudó mucho y retiró las prendas que llevaba.

Los minutos pasaron y uno a uno fueron levantandose, en especial cierto caballero de ojos azules.

-Debemos prepararnos, lo que vimos ayer es el comienzo de una guerra que será muy difícil de ganar -Hendrickson obtuvo la atención del grupo- conozco un lugar donde podemos elevar nuestro poder físico.

-¿Entonces que esperamos?- Howzer habló -si no fuera por el poder de purga, hubiéramos muerto ahí.

-Estoy de acuerdo-Griamore dijo- pero aún no confío en usted.

-Buscaré a Lya/__ para ir lo más pronto posible-Gilthunder dio vuelta rumbo al bosque pero alguien le detuvo.

-Gilthunder la princesa debería estar en el reino, así estará más segura.

-Yo puedo protegerla muy bien Hendrickson-El caballero respondió con tono severo.

-Gil, él tiene razón, ella podría estar libre de peligro junto a su familia-los dos amigos trataron de convencerle.

Tenía algunas horas de haberla encontrado estrechandola entre sus brazos y ya debia dejarla.
Sin decir nada mas entro al bosque para encontrarla.

Camino algunos minutos hasta escuchar el sonido de una cascada cerca, conforme fue acercándose diviso la figura de la chica.

Grande fue sus sorpresa al contemplar la a ella desnuda mientras tomaba un baño.

No podía dejar de verla, su cabello mojado, su ojos cerrados disfrutando el frescor del agua, su cuello delgado, su clavícula...fue bajando su vista hasta sus redondos pechos para pasar a su abdomen..y antes de que le descubriera, se ocultó detrás de un árbol cubriendo su cara rojiza con ambas manos.

No supo cuanto tiempo paso en esa misma posición tratando de alejar los pensamientos no dignos.
Una mano se posó en su hombro.

-¿Te encuentras bien?