IF I FIND YOU [Completa✔️]

Capitulo 4

A la mañana siguiente creía que despertaría de muy mal humor, para mi sorpresa esta calmada. Pensé durante muchas horas de la noche la decisión que tomaría respecto respecto a Logan. En conclusión, mi madre tiene razón. No tengo motivos para perder mi tiempo con alguien que obviamente no lo quiere.

A penas bajar del autobús no pierdo tiempo y me dirijo hacia la sala de profesores para hablar con el profesor Sotho. Estaba a solo unos metros de mi destino cuando una mano sujeta la mía logrando darme la vuelta quedando cara a cara con la persona responsable.

—¿Qué quieres?—pregunte agresivamente o eso intente.

—Escucha, el equipo de basquetbol es la única forma en la que vaya a la universidad y al no poder jugar no tengo otra alternativa.

—Tu no muestras querer mejorar y yo no voy a perder mi tiempo, Logan.

—No fuiste la primera que intentó darme tutorías. Una parte de ellas eran chicas que se pasaban el tiempo mirándome como tontas o chicos que no se atrevían a corregirme mis errores por que los intimidaba. Necesito esto.

—Bien, pero tendrás que pedírmelo —frunció el ceño hasta que entendió a lo que me refería.

—Me estas jodiendo—gruñó—. ¿Es necesario?.

Levante mis cejas esperando. El pelinegro me observaba con expresión frustrada, no creo que este acostumbrado a tener que pedir las cosas con amabilidad. Debe ser de la clase de chico que solo toma lo que quiere sin pedirlo. Se aclaró la garganta y me sonrió forzadamente.

—Querida señorita Miller, ¿Me haría el hombre más feliz del mundo convirtiéndote en mi tutora para no terminar friendo hamburguesas por el resto de mi vida?—levante una ceja—, por favor—murmuró esto ultimo.

Mantuve mi cara neutral durante su actuación dramática a pesar de querer reírme de él.

Aún así, tenerlo frente a mi pidiendo ayuda hizo que algo se removiera en mi interior, aunque no sabía si era por que su mano continuaba sosteniendo la mía o el desayuno de esta mañana me había sentado mal.

—La próxima vez que colmes mi paciencia esto se acabó—advertí señalándolo con mi dedo—. Hablo enserio.

—Entonces...¿Trató hecho?—preguntó con cautela.

—Trató hecho.

Solo una oportunidad. Esperaba no arrepentirme de volver a intentarlo o sino de verdad acabaría por golpearlo en su atractivo rostro.

* * *

Solo faltaba mi clase de educación física para poder terminar mi día. Al formar parte de un equipo de deportes, significa que durante mi hora y media de clase practico junto al resto de mis compañeras de equipo sin tomarlo demasiado enserio, ya que el entrenador estaba muy ocupado para regañarnos por holgazanear.

Nos encontrábamos riendo con mis compañeras sobre la interesante y colorida elección de vestuario del entrenador Black cuando Mathew y Jackson comenzaron una guerra interna con sus botellas de agua mojándose las camisetas entre si. No estaba segura si fue apropósito o no, pero en cierto punto estaba agradecida que la pubertad haya sido tan generosa con Jackson Morrison. El entrenador completamente indignado por su comportamiento los mando a correr como castigo mientras mis compañeras hablaban del buen espectáculo que se dieron viendo a los chicos.

—¿Esto no se consideraría acoso?—preguntó Leila Witter la armadora del equipo.

—Puede que tengas razón—Kylie Potter se frotaba la barbilla pensativa— , pero nunca pediré disculpas por ver los abdominales de Mathew.

Su comentario dio inicio un mini debate entre ocho adolescentes sobre que chico estaba más bueno.

—Si tuvieran que elegir entre Jackson, Mathew o Logan para besar, ¿Quién sería?—Kylie nos miro a cada una de nosotras—. Tú primero, Jackie.

—Bu-bueno, yo elegiría a...Jackson. Parece agradable—me encogí de hombros.

—Interesante elección—dijo Kylie—. Por un momento creí que elegirías a Logan, se dice que debes darles clases de tutorías a ese bombón, te envidio chica.

El resto del equipo comenzó a bromear sobre lo afortunada que era por tener que pasar tiempo a solas con Logan. Si supieran que en nuestro primer intento de clase casi acabo por darle con un libro en medio de la cara no les parecería tan encantador como creen.

Al final de la clase tome una rápida ducha en los vestidores para después irme a casa en compañía de Wesly que se ofreció como buen amigo a llevarme en la parte delantera de su bicicleta hasta mi hogar. Muy mala idea.

Prometo que al tener mi auto de vuelta lo cuidare como si fuera mi propia vida.

Una vez estando sola en mi hogar decido cocinarme algo para comer. No era una profesional en la cocina, por lo tanto opte con hacer waffles salados con ayuda de la waflera. Nada especial.

Termine de almorzar en mi habitación mientras veía una película la cual no pude acabar de ver ya que en la mitad de la misma me dormí al momento en el que mi cabeza se apoyó sobre la almohada, pero mi sueño con falta de sentido se vio interrumpido por voces lejanas.

Ya despierta del todo escuche con claridad unos gritos desde el primer piso de la casa. Vi la hora en mi celular y me sorprendió que sea más de medianoche.

Que raro. Me había salteado la cena. Además, que para estas horas de la noche nunca hay nadie despierto.

—¡Ya te dije que no, Peter! No voy a seguir discutiendo—exclamó mi madre.

Salgo de mi habitación en puntas de pie hacia el pasillo hasta llegar al barandal de la escalera para poder escuchar mejor.

—¡¿Como puedes ser así?! ¡¿Acaso ya no te importa?!—replicó alteradamente la voz de Peter.

—No me vengas con estupideces. Claro que me importa, pero pienso en la seguridad de mi hija sobre todo.

—No me trates de inconsciente, Susan. Pienso en Jackie como mi hija, pero hay cosas que son inevitable—hablo Peter más calmado—. No tiene donde ir, Susan. Solo será por un tiempo.

No puedo ver la expresión de mi madre desde donde estoy, pero puedo visualizar su semblante abrumado en mi cabeza. Mis padres casi nunca peleaban, por o menos no de esta forma y si lo hacían solo eran discusiones sin importancia, todo aquello me aparecía diferente.

—Solo unos días—sentenció mi madre—. Al primer inconveniente que aparezca Tommy se irá de la casa.

Me quede congelada en mi lugar.

Tommy volvía a casa y eso nunca terminaba bien.