Sehun exhaló mientras agarraba tus muslos. Se lamió los labios y te miró con una sonrisa. Ambos habían abandonado la recepción de la boda demasiado pronto, pero nadie se quejaba o probablemente se dio cuenta.
Sehun no quería que tu energía se agotara, no cuando quería tenerte esta noche para él solo.
—Quiero tener sexo lento toda la noche— Te Susurró al oído después de que ambos cortaron el pastel.
Casi habías dejado caer tu plato en ese mismo momento, mientras todos miraban cuán adorables se veían ambos.
Ambos apenas entraron a su habitación de hotel Sehun te depositó en la cama, sin siquiera darle la oportunidad de usar la lencería que había planeado.
Pero ahora que ambos estaban desnudos, y no habías pensado lo tortuosa que sería esta noche.
Él sonrió, finalmente lamiendo una raya en tus pliegues que te hizo gemir. Tus piernas querían moverse pero él las sostuvo firmemente.
Mantuvo sus ojos en ti mientras dibujaba figuras contra tus pliegues antes de finalmente chupar tu clítoris.
—¿Entendiste eso— Bromeó, el borde de su lengua moviéndose contra tu clítoris.
—¿Q-qué?— Murmuraste, tratando de recuperar el aliento.
—Te envié un mensaje secreto. ¿No lo entendiste? Tendré que hacerlo de nuevo—Sonrió.
—Ahora no importa cuántas veces te corras—
—Sehun, ahh...— Pero no, no entendiste que él estaba escribiendo las cartas para amarte en tu clítoris, y no, no lo recibiste hasta que tal vez hasta la quinta vez que lo hizo.
—¿Ves?— Bromeó, empujándote, tus paredes se cerraron a su alrededor.
—¿No valió la pena? Solo quería mostrar cuánto te amo—
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