❥ Exo One Shots

➤ Kai

-RESUBIDO

Quizás no estabas lo suficientemente cansada.  Tal vez solo tenías mucha energía acumulada con la que necesitabas hacer algo.

Había sido un día largo y la noche estaba demostrando ser aún más larga. Alrededor de las 10:30, decidiste ir a la cama. Después de algunas páginas de tu libro favorito, estaría lo suficientemente cansada como para dormir.

Dos capítulos más tarde y te encontraste completamente despierta, con las piernas dobladas debajo de las sábanas mientras lo intentabas y no lograbas ponerte cómoda.

Por eso hay vino. Saliste de la cama y te apresuraste a la cocina, sirviéndote medio vaso de vino y volviendo a tu habitación.

Pensaste brevemente que tal vez deberías haber bebido el vino mientras leías el libro, pero ya era demasiado tarde para eso. Bebiste rápidamente y te encontraste más alerta que nunca.

Solo tenías frío. Era difícil dormir sola porque tu cama era inusualmente grande y a veces solo necesitabas un poco más de calor para conciliar el sueño.

Tu primer instinto fue llamar a Jongin y ver si él iba a venir. Pasaron todo el día juntos, pero como tenía que levantarse temprano, rechazó la generosa oferta de pasar la noche. Sin embargo, podría cambiar de opinión.

—Hey. Todavía estás despierto— Dijiste en el teléfono mientras estabas enterrado debajo de tus sábanas.

—Mis ojos están cerrados. Estoy a dos segundos de dormir— Murmuró sobre la línea.

—Bien, ¿Qué tal si no haces eso y vienes en su lugar— Dijiste.

—Ya te he dicho que no—

—Puedes dormir aquí. Sabes que mi cama es enorme. Y estoy sola...—

—Tengo que levantarme tan temprano—

—Bebé, por favor— Te encontraste gimiendo mientras rodabas de lado a lado en la cama.

—¿Por favor por favor por favor? No te molestaré. Simplemente no puedo dormir, eso es todo. Hace frío—

—Consigue una manta de lana—Respondió cortante.

—Por favor...— Hubo medio segundo de silencio antes de dar un profundo suspiro.

—Está bien. Quince minutos, ¿de acuerdo?— Sonreíste.

—Está bien, te espero— Y colgó.

Jongin tenía la llave de tu casa, así que no te moviste del lugar donde estabas acostada. Solo esperaste a escuchar el clic de la puerta principal.

Parecía que había pasado tanto tiempo entre cuando lo llamaste y cuando escuchaste pasos que subían a tu habitación.

Empujó la puerta y entró cansadamente, trepando rápidamente a la cama contigo. Te moviste para acurrucarte con él, pero parecía no responder. O ya dormido.

—Ya— Lo empujaste a un lado y él rodó para enfrentarte, con los ojos apenas abiertos.

Pasaste una mano por su cabello, apartándolo de sus ojos, pero cayó de la misma manera. Te reíste.

—¿Estás bien?—Soltó un gruñido incondicional y se recostó en el calor de la almohada. De todas formas te acercaste a él, encontrando un lugar cómodo justo debajo de su barbilla.

Calzaste tu pierna entre las suyas y esperaste.  No sabías realmente lo que estabas esperando.

Tenía los ojos cerrados pero no estaba dormido. Viste el ascenso y la caída de su pecho y trataste de cerrar los ojos, unir tu ritmo con el de él.