When I'm with you ; jeon jungkook

1 - Locker #33

Empezaba la vida escolar. De nuevo.
Era lunes y lo menos que quería hacer era levantarme.

—Vamos dormilona— dijo mi madre abriéndome la cortina de mi habitación.

"¿Hay alguna alternativa?" Pensé.

—Mamá me duele la barriga— me quejé falsamente.

—Eso no me lo creo. Yo sé lo que estás tratando de hacer—

No. No hay alternativas. Tengo que levantarme.

—Al menos valió la pena el intento—

Dije en voz alta mientras me cambiaba para irme.
Después de prepararme y también armar mi mochila, me dispuse a saludar a todos con un audible y fuerte "adiós". Y salí por mi puerta.

(...)

En mis auriculares sonaba "like me better" de lauv. Que buena manera de empezar el día.

Como es usual, se la dedico a mi familia ya que siempre están ahí para mi. Mientras sonaba la canción yo la acompañaba con mis chasquidos y meneando la cabeza disfrutando de la música.

Siento que algo chorrea sobre mi uniforme. Abro mis ojos y veo a un chico con cara de culpa. Automáticamente me saco los auriculares para después bajar mi mirada hacia la chorreada.

—¿De que es el zumo? — pregunto tratando de no salirme de control.

— Es zumo de fresa— respondé con mirada culpable.

—No te preocupes puedes irte tranquilo. Yo después quito la mancha. — dije tratando de no recolectar enemigos el primer día de escuela.

—Gracias eres muy amable y lo siento — dijo el chico cabizbajo y caminando ligero hacia la parada de autobús.

Ambos íbamos para el mismo lugar. Antes no me había percatado de que tenía mi mismo uniforme.

"¿Por qué no le sugeriste ir juntos?" Dijo mi vocecita de adentro.
No sé y no pienso hacer eso. No estoy con ganas de relaciones humanas.

"Técnicamente no estarían saliendo... solo propones ir juntos a la escuela." Pensé.

No. No quiero eso. Tampoco quiero que lo malentiendan.

(...)

Estaba en frente del cartel "secundaria Mingwoo". Respiré hondo.

"Hoy va a ser un día agradable Megan" me dije a mi misma.

Y seguí el camino hasta entrar a las instalaciones.

(...)

Miraba mi entorno. Chicos y chicas asiáticos. Ningún alto. Todos de estatura normal y de contextura flaca. Yo era la única "nutrida", por decirlo así, y alta. Para ilustrarlo, era la jirafa entre muchas zarigüeyas.

—Hola... ¿tienes idea de donde está la oficina del rector?— pregunté a un chico que claramente jugaba baloncesto.

"¿Ahora qué? ¿Juntarte con los populares? ¿O seguir con mi vida en el anonimato?... prefiero la segunda opción" pensé.

—Sí déjame guiarte hasta allí— dijo cálidamente y con una sonrisa honesta.

Lo seguí callada y cabizbaja. No quería llamar la atención.

(...)

— Bueno. Llegamos. Hasta aquí mi trabajo... em gusto en conocerte...— dijo con las palabras en la boca ya que desconocía mi nombre.

—Megan Kim. — respondí.

Me tendió la mano en signo de saludo y por respeto, se la di.

—Un gusto en conocerte. Soy Jeon Jungkook — dijo con la misma sonrisa de un principio. — ahora me tengo que ir a entrenar, adiós. — dijo y se retiró corriendo.

El rector, saliendo de su oficina, gritó:

"¡Sin correr señor Jeon!"

Y después se percató de mi presencia.

—Hola, mucho gusto. ¿Alumna nueva? — clavó sus ojos en mi esperando una respuesta.

— Sí, me cambié este año. Soy Megan Kim. Mucho gusto, rector Jun. — dije tímidamente.

— Hola Megan. Ven. Entra a mi oficina que te daré los materiales escolares, tu número de locker y los horarios.— dijo ampliando la abertura de la puerta para que pasara.

(...)

Locker número 33. Según el rector "el más pedido por todo el alumnado femenino" por su iluminación de los ventanales frente a los lockers 33,34,35 y 36.

Fui a dejar los materiales que me había dado y a pegar los horarios en la puerta del locker.
Mientras caminaba por los pasillos sentía las miradas del alumnado por ver quién ocuparía el locker 33.
Mientras mas me acercaba allí, mas atención me ponían. Por suerte, alguien o algo se había robado la atención y ahora ya sentía que estaban murmurando y no me veían.

Suspiré de alivio.

"Vamos a ver que tiene de genial este locker y porque es tan aclamado" pensé.

Ni bien llegué, deje mis libros y con una cinta que tenía pegué como pude el horario en la puerta. Me giré para ver que estaba pasando y si, lo que había llamado la atención era el equipo de baloncesto.

"Típica película yankee pero versión coreana. Tengo que admitir que son muy lindos." Dijo mi vocecita.

Lo único que puede faltar es que me enamore de uno de esos monos de pensamiento retrasado.

Me giré más para mirar por la ventana y ya había descubierto el porque todas las chicas querían el locker 33.

Toda la vista era la cancha de baloncesto y supongo que en ese establecimiento jugaban y entrenaban esos monos.

— ¡Megan Kim! —

Sentí que una voz me llamaba y giré hacia la derecha. Era Jeon Jungkook, el alumno que me había llevado hacia la oficina del rector, que ahora me estaba saludando con una mano al aire, dejando ver sus axilas y sus pelos, y una sonrisa.

— Así que ¿tu eres la que está en el locker 33? — preguntó.

—Si. — respondí cortante dirigiendo la mirada hacia el horario.

— Mi locker es el número 35. — dijo sin sonreír — espero que nos llevemos bien... vecina. — destacó la última palabra al hablar.

Lo único que me faltaba. Un basquetbolista hueco que me va a saludar todos los días ya que somos "vecinos de locker".