Capi 30

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¿Que tan inoportuno puede ser volverse viral en internet después de ser arrastrado a una propaganda ridícula? Si, era extremadamente ridícula

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¿Que tan inoportuno puede ser volverse viral en internet después de ser arrastrado a una propaganda ridícula? Si, era extremadamente ridícula. Era incluso peor que cuando las norcoreanas comenzaron a acosarlo dejando fotografías o artes de él y Craig.

Era incluso peor porque el asunto de las norcoreanas pasaba casi desapercibido, pero el escándalo de Eric Cartman llegó hasta la televisión, periódicos y redes sociales.

Tweek odiaba ser el centro de atención, le gustaría mantenerse alejado del ojo crítico de la multitud, pero estaba del lado contrario, siendo observado en donde sea que te quedaras mirando.

Él sabía desde la mañana de ese día que las cosas no irían bien. La prueba de eso fue el obsesivo apoyo que recibió de sus padres, dejándole fotografías de él y Craig hasta en sus tenis y la cartera. Los cien dólares que su padre le extendió esa mañana le dieron revoltijos en su estómago, las coreanas siguiéndolo desde que salió de su casa casi lo hacen correr hacia un autobús en movimiento. Todo indicaba que sería un día terrible.

No importaba que Clyde y Bebe hayan programado una salida antes del comercial para tranquilizarlo, cualquier situación que implicara salir de casa lo presionaba a querer morir. Pero cuando vio a Craig de camino a Taco Bell sintió como si le quitaran unas rocas de la espalda que no sabía que estaba cargando. Era realmente reconfortante verlo, dejaba de importar el acoso que recibían de las norcoreanas en el transcurso hasta llegar al restaurante. Solo con apretarle la mano era suficiente.

Después, se sentaron juntos, en frente de Bebé y Clyde, quienes no paraban de sonreír entre susurros que intercambiaban. En ese aspecto, Craig era más reservado, no podía quedarse viendo a Tweek mientras le hacía cumplidos en voz baja.

Y el rubio sabía eso muy bien, porque su novio se quedó jugando con la pajilla de su bebida, mirando como burbujeaba en su vaso sin reacción alguna. Sabía muy bien que si quería que las cosas fluyeran él tendría que iniciar una plática. Pero con tantas cosas en mente se volvía una tarea difícil. ¡Jesucristo! Saliendo de esa cita tendrían que ir directo hacia donde los esperaba Cartman. No se percató que había comenzado a temblar hasta que no pudo sostener su taco sin que se destruyera.

—Craig —le llamó desde su lado, este volteó para prestarle atención— ¿Y si huímos del país?

—No me parece una opción. —Dijo solamente.

El más alto centró su atención en Tweek, frunciendo las cejas mientras entrecerraba los ojos, demasiado concentrado.

Delante de ellos escuchaban cumplidos que fluían de forma natural por el castaño, pero para los dos chicos les estaba resultando difícil decir algo para no quedarse solo callados en medio de una cita.

Primero lo intento Craig, posó su mano en la mejilla del rubio y suspiró con suavidad.

—Tweek —inició— eres resplandeciente...

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