III

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[16 de Mayo, 1988]

La noche era agitada, el equipo estaba buscando a la recién llegada Lili, gritaban su nombre e intentaban ver si estaba oculta en alguna de las casas, fue en vano. Se estaban cansando de buscar hasta que lograron escuchar el agudo sonido característico de una mujer, eran desesperados. Se acercaron corriendo del lugar del cual provenía aquel chillido y era de la mujer que buscaban, Lili. Astier y su equipo mostraron rostros de alivio, pero ella no fue directamente hacia ellos, sino que se quedó en aquellas ruinas.

“¡¡AYÚDENME, HAY QUE SACAR A ESTA PERSONA DE AQUÍ!!”

Ninguno reaccionó instantáneamente porque no entendían la situación.

Lili se sentía inútil mientras recordaba los variados intentos que hizo para mover los escombros cercanos a la persona, solo pudo sacar los pequeños y medianos, sus manos rasgadas le ardían, pero ella poseía el verdadero deseo de querer sacar a esa persona de ahí con todo lo que podía, sin embargo, alcanzó su límite de peso que podía soportar, los escombros restantes eran demasiado pesados y comenzó a frustrarse de su propia falta de fuerza. Debido a esto fue que comenzó a gritar por ayuda desesperadamente y luego de un rato Astier y el equipo llegó al lugar.

Su frustración provocó que sus ojos se pusieran llorosos y apretó los puños.

“¿Hay una persona ahí?”

“¡SÍ Y ESTÁ ATRAPADA!”

Un leve sollozo escurrió del temblante rostro de Lili.

“¡APRESÚRENSE!”

Gritó con pena y furia a la vez logrando así, que se acerquen al lugar y comiencen a sacar los escombros restantes.

El cuerpo de aquel hombre lentamente se comenzó a descubrir, su estado no era el mejor, pero pudo estar peor. Lili suspiró aliviada por la ayuda que ofrecieron sus compañeros.

Astier se fue durante un tiempo y luego volvió con un vehículo del cual bajaron médicos junto a una camilla. Acomodaron al herido y lo subieron lentamente. En aquel vehículo había una amplia capacidad de espacio por lo que todo el equipo era capaz de caber dentro de este.

Viajaron unos pocos minutos y arribaron al amplio lugar que vieron antes de adentrarse en la destruida ciudad. Bajaron de prisa y llevaron al herido a una de las tiendas de campaña que contenía un símbolo de medicina en la parte superior.

Luego de que lo hicieron, unos doctores se pusieron en la entrada de la tienda y miraron unos segundos a Lili y compañía.

“Ustedes no pueden entrar aún, le daremos cuidados a la persona, pero por ahora no tienen permitido entrar”

Con preocupación Lili se quedó mirando hacia la cortina de la tienda que se iba cerrando lentamente.

“Apenas lo conoces y tienes esa mirada. Lili, ¿Estás segura que no lo conoces de alguna parte?”

Las filosas palabras de Astier hicieron un cambio de ánimos en ella.

“Es cierto, no lo conozco, aun así, no puedo evitar sentirme preocupada…”

Se oyó el claro sonido de un suspiro proveniente de Astier, el que se volteó y dijo.

“Iremos a buscar un lugar para dormir”

Y alejándose de Lili, volteó nuevamente y añadió.

“Ten, no quiero conservar esto asique por favor devuélveselo a ese muchacho o a los doctores”

Con su brazo extendido y su mano abierta Lili pudo ver que tenía en esta, era una cartera con la información de la persona que encontraron hace un rato.

Melodía DesoladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora