Shadow Guns [SUSPENDIDA]

9. Decisiones

Agnes no olvidó el anuncio.
Después de aquel día donde creyó ver a James, supo que ese papel pegado en la pared era una señal. Porque aparecería algo como eso en su situación actual? su mamá y el resto de las personas que la rodeaban parecían haber perdido la cabeza. Incluso Wilmer la trataba diferente, como sí esperará a que esta cometiera una locura.

Bueno, no se esperaría lo que estaba a punto de hacer.

Eran casi las 7 de la noche cuando Agnes salió de su casa. Le había dicho a su mamá que saldría a divertirse un rato, y esta aceptó sin dudarlo. Era como sí hace unos días no habían intentado matarla.

Pudo notar que el sol estaba a punto de esconderse, y se recordó que haria frio. Por suerte, llevaba una sudadera gris con el nombre de una banda que le gustaba. Tambien, llevaba botas negras y pantalón del mismo color. Se habia recogido el pelo en cola de caballo, y su fleco le tapaba un poco la vista. Su madre siempre se habia quedado de como llevaba su cabello, pero ella solo le decia de la manera más amable que asi era como le gustaba y la identificaba como un desastre.

Un tipico desastre juvenil, le habia dicho Wilmer hace mucho tiempo.

Cuando dobló la esquina, supo que iba en buen camino. El anuncio decia que al hacerlo encontraria el callejon que te dejaba entrar al "Unicornio Feliz". Despues, no tomar el callejon e irte derecho hacia la estetica que no cierra hasta las 10 de la noche. Al finalizar, llegar a la parada cerca de la tienda de comics y esperar el autobus 211.

Tendria que bajarse en la ultima parada, el lugar mas alejado de la ciudad. Agnes sentia un poco de miedo, que tal si se trataba de una mala broma? pero se recordó que el mensaje era autentico y no tenia tiempo que perder. El autobus tardó 7 minutos en llegar y estaba lleno de gente. No obstante, logró acceder a los servicios tras pasar su tarjeta por el identificador. Cada persona debia tener la suya, y la utilización de una tarjeta ajena se consideraba un crimen. Ademas, sus huellas digitales quedaban en ella como evidencia, para asi lograr hacer facil la busqueda si se llegase a extraviar. De todas maneras, seguia existiendo gente que se salia con la suya.

Al bajarse en la ultima parada, el clima bajó considerablemente. Cerca de la bahia, se podian encontrar puestos de comida y mercancia. Habia una pequeña playa cerca de donde estaba, pero ese no era el lugar al que debia ir. Debia de encontrarse con un hombre en una de las bodegas donde se guardaba la carga que se mandaba desde el extranjero. En el anuncio venia escrito el nombre.

BB15

Agnes habia escuchado de ella por parte de Wilmer, dado que su padrastro se encarga de administrar la carga que llega de los otros paises.. En este bodega, en particular, se guardaban armas.

Oh

Los defensores usaban armas en exceso, se recordó Agnes aunque al conocer a Elliot y Garret solo habian usado cuchillos y pistolas. Bueno, solo notó a Elliot. Quizas habian estado desprevenidos en esa ocasión, y en su actividad cotidiana usaban lo acostumbrado. O quizas no.

Ella lo iba a descubrir por su cuenta.

 La entrada a la bodega estaba abierta, y Agnes cerró la puerta lentamente mientras la consumia la oscuridad de la habitación. Por instinto, empezó a buscar un interrumptor aunque dudaba que hubiera algo cerca de ella. De repente, varias luces se encendieron por orden. Se dio cuenta de que se trataba de los focos del techo, y al bajar la mirada vio en el centro a un hombre con traje. Su pelo era oscuro como la noche, y sus ojos de color gris. Por alguna razón, sintió su presencia algo familiar.

 El hombre sonrió, y fue que escuchó una voz hablándole en su mente:

-Vaya, has venido-dijo. Era como estar en una habitación vacía, y que alguien estuviera dándote ordenes en voz alta sin necesidad de gritar.