Prólogo

31 5 2
                                    

Tan solo eran unos infantes cuando cruzaron palabras.

Ruki hijo de un aristócrata a su corta edad era un niño engreído que gustaba de maltratar a las personas debido a su posición.

Aiko una pequeña de unos años menor que Ruki era hija de una de las sirvientas de dicho hogar.

Ambos convivían casi diario, no convivencia de niños jugando, todo lo contrario como anteriormente se había mencionado Ruki maltrataba de sus sirvientes y Aiko no era la excepción.

-Déjame en paz, tengo que ayudarle a mamá- trataba de soltarse pero era en vano el pequeño estaba mejor alimentando que ella.
-No, tú solo debes obedecerme a mi- le jalaba un poco más fuerte su cabello haciendo que la menor comenzara a llorar, llamando la atención del padre del mayor.

-Ruki, déjala en paz, ¿por qué le maltratas?- Se cruzaba de brazos demostrando autoridad.
-Por que ensució mis zapatos, ¿lo vez?- el menor le enseñaba a su padre sus zapatos los cuales efectivamente tenían una ligera mancha.
-Solo se limpian y arreglado, ahora suéltala o te irá peor a ti-
De mala gana la soltó haciendo que esta cayera al piso, quejándose por el dolor. Lo que no sabía era que el motivo por el que la molestaba, era que él gustaba de ella.
-Ugh- sin decir más, corrió a donde su madre para continuar con sus deberes.

Así eran todos los días, hasta unos tres años, ambos chiquillos con la misma edad de siete años.

El trágico día que marcaría la infancia de Ruki, su padre había quedado en bancarrota, los sirvientes le amordazaron, su padre estaba muerto mejor dicho asesinado por sus propios sirvientes.

Aiko al ver el maltrato hacia Ruki, cuando los demás estaban distraídos, Aiko ayudó a escapar al contrario.

-Véte, por atrás- le susurró, distrajo a sus mayores así Ruki pudo escapar de ahí.

Después de eso, Ruki llegó al orfanato donde conoció a unos pequeños igual que él abandonados. Yuma, Kou y Azusa. Intentaban escapar del horrible lugar, fallan una y otra vez, el que atrapaban era a Ruki le castigaban de una forma grotesca le pegaban como si de un animal tratase dejándole heridas en su espalda.

Los cuarto pequeño ya no tenían esperanza, un señor extraño apareció delante de ellos KarlHeinz, les ofreció todo, salir del orfanato, les ofreció un hogar pero lo más importante convertirse en vampiros, sin duda alguna aceptan.

Pasan al rededor de unos diez años de estos trágicos hechos, unos adolescentes de preparatoria. Se dirigían a sus clases como lo hacían normalmente, una joven al parecer nueva choca con el menor de los cuatro.

-Lo siento, llevo prisa- solo se disculpó, no hubo caída solo un pequeño golpe de hombros.
-Sin....problema- contestó con voz suave

El mayor se quedó perplejo ante la chica, ¿acaso era ella? ¿Su amor de infancia? ¿Aiko Inoue ?

-Ruki, reacciona- le dijo el rubio con una sonrisa
-¿Amor a primera vista?- burlo el de cabello marrón.
-No es nada, solo pensaba en algo-

Continuaron caminando hasta llegar cada uno a su clase.

Children Donde viven las historias. Descúbrelo ahora