¡Por amor de dios!

Capítulo 1 (Daniel)

Desperté con una cruda mortal en el sillón de la sala, Kevin aún estaba dormido en el sillón individual en una posición que le aseguraría dolores de cuello por una semana, vi a David salir de la cocina con una taza de café en mano, estaba vestido formalmente como solía hacerlo, zapatos cafés, un pantalón de vestir azul rey, un cinturón café que hacia juego con los zapatos y una camisa blanca arremangada a ¾. Su cabello y barba perfectamente arreglados lo hacían ver tan fresco que nadie pensaría que hacía unas 4 horas estaba ganando un concurso de shots.

-Se hace tarde viejo. Tengo que estar en el aeropuerto a las 8:00, vamos.-Dijo mientras tomaba un sorbo de su taza.

-De acuerdo, me lavo la cara y nos vamos.-Contesté entrecerrando los ojos y con punzadas en mi cabeza.

Fui a mi habitación por una playera, gorra y lentes, Manny, Luis y Fer estaban dormidos en mi cama abrazados y les tome una foto para burlarme de ellos luego. Para cuando salí de mi habitación, Kevin se había despertado y con la mirada confundida por el sueño se abrochó la camisa para acompañarnos.

Kevin y David eran mis mejores amigos, a Kevin lo conocí en primer año de primaria cuando nos llevaron a dirección por pelearnos por el ultimo pedazo de pizza en la cooperativa y durante el castigo nos percatamos de que podíamos ver la ropa interior de la maestra debajo de su falda cuando estaba sentada, los dos reímos y después me abordó diciéndome que su hermano le había explicado la anatomía femenina señalando que tenían "raya" y no "pajarito" como nosotros y que no hacían popo, yo creí que el tipo era un genio y no dejamos de andar juntos desde ese momento, cabe aclarar que yo creí ciegamente en su explicación hasta quinto año de primaria. Kevin es un tipo rubio de sonrisa burlona, pasó de ser el típico niño gordito a un fornido de gimnasio.

-Siento no poder seguir la tradición.- Dijo David mientras íbamos camino al aeropuerto.

-No te preocupes, la pospondremos para cuando regreses.-Le dije.

Conocí a David en primer año de secundaria, una semana después de que el ciclo escolar comenzó. Cuando entró por la puerta las niñas suspiraron, cosa que molestó a Kevin porque ya tenía una lista de las niñas que besaría y David estaba muy por encima de el en las listas de las niñas. Pero Kevin adoptó una filosofía desde temprana edad, no complicarse la vida a la hora de conseguir chicas, las más hermosas iban con los más galanes y las que no alcanzaran lugar estarían necesitadas. Llamo a su filosofía "La ley del descarte". Así que pensó en hacerse amigo de David para consolar a las chicas que el rechazara y me arrastro a su plan. Después de nuestra primera borrachera en la fiesta de Melissa Cazares en tercer año de secundaria David nos confesó que era gay, Kevin se molestó por las chicas que David le había ganado los últimos dos años solo para ocultar su secreto pero David lo tranquilizó diciéndole que como gay podía ser su mejor wingman. Desde ese día en específico los 3 fuimos inseparables e incluso cuando tomamos carreras diferentes en la universidad nos seguimos viendo cada fin de semana y cuando los tres teníamos 23 años nos mudamos juntos.

-Podemos seguir la tradición pidiendo una orden extra en tu honor y comiéndola entre Daniel y yo.- Dijo Kevin desde el asiento de atrás con la cabeza mirando al cielo y los ojos cerrados.

-Me halagan muchachos y creo que es buena idea si no quieren morir, se ven pésimo.-Dijo David.

La tradición comenzó justo el día después de nuestra primera borrachera cuando salíamos de la farmacia con una bolsa llena de sueros y pastillas para curar la cruda y pasamos por un foodtruck donde el señor que lo atendía nos vio y se burló de nosotros percatándose de lo destruidos que estábamos y nos ofreció una cura inmediata, una orden de tacos de carne de dudosa procedencia que milagrosamente nos curó al instante. Hasta la fecha Don José no nos ha dicho el origen de esa carne pero continuamos esa tradición después de cada cruda mortal.