Siendo Sincera con mis Sentimientos. - NozoEli-

Capítulo 6 -Nuestras preciadas amigas.

Era un nuevo día en la preparatoria Otonokizaka y, en el club de investigación de idols, una rubia estaba pensativa mirando por la ventana.

La pelimorada se encontraba a su espalda observándola.

—Elicchi, no tienes que obligarte a nada— indicó Nozomi con preocupación al ver a Eli pensativa.

—Yo quiero que sea algo oficial. No es algo que quiera ocultar después de todo y ellas son nuestras valiosas amigas ¿no es verdad? — preguntó Eli con una bella sonrisa y con una mirada de decisión en su rostro.

Nozomi asintió y su rostro se sonrojó al ver a su amada. Cuando se mostraba seria y decidida a realizar algo, era imparable, era una de las tantas cosas que amaba de ella.

—Le escribí a todas las chicas y les pedí que vinieran al salón del club— dijo Eli.

La rubia notó aún preocupación en el rostro de su amada —Te lo dije antes ¿recuerdas? — Eli dirigió una dulce mirada a su novia, tomó las manos de la pelimorada y las entrelazó suavemente con las suyas.

—Mientras te tenga a mi lado puedo afrontar cualquier dificultad— Eli delicadamente se acercó al rostro de la pelimorada y deposito un dulce beso en sus labios. Nozomi la miraba sorprendida por la repentina acción, pero, antes de que pudiera articular palabra, la rubia dirigió sus manos al rostro de su novia y sostuvo sus mejillas intentando formar una sonrisa en el rostro de la pelimorada.

—Sonríe, Nozomi. Me encanta verte sonreír. Siempre luces tan hermosa cuando lo haces, me llena de unos sentimientos cálidos en mi pecho— indicó la rubia con una hermosa sonrisa. En su mirada no había ninguna duda, amaba a la pelimorada más que a nadie en el mundo y quería que lo supieran.

La pelimorada tomó delicadamente las manos de la rubia y las retiró lentamente de su rostro. Cerró sus ojos por un momento, su corazón latía rápidamente y su rostro estaba muy sonrojado por las palabras de su amada. Al abrir sus ojos nuevamente tenía ahora una sincera y dulce sonrisa en su rostro.

—Eres una egoísta Elicchi, pero supongo que puedo conceder tu deseo— dijo Nozomi alegremente.

Unos minutos más tarde, las demás chicas fueron llegando a la sala del club. Ya estando todas, Eli les pidió que tomaran asiento.

La rubia estaba de pie dándole la espalda a la ventana con Nozomi a su lado. La rubia estaba tranquila, como tantas veces antes dando un discurso ante las demás estudiantes. Mientras Nozomi estuviera a su lado se sentía cómoda y confiada. Era increíble la tranquilidad que le transmitía la pelimorada.

—¿Pasó algo, Eli-senpai? —preguntó Hanayo curiosa.

—No es nada malo, chicas— explicó Elí.

—¿Qué ocurre? Nos llamaste a todas después de todo— preguntó la pelirroja con intriga.

—Yo quería... — La rubia se detuvo un momento y dirigió una mirada a la pelimorada antes de continuar —Nosotras queríamos contarles algo— concluyó la rubia con sinceridad.

—Verán— La rubia cerró sus ojos por un instante y respiro con calma, tomó delicadamente la mano de la pelimorada que estaba a su lado, intentando buscar el valor que necesitaba.

—Nozomi y yo estamos saliendo y quería que lo supieran— La pelimorada a su lado asintió.

—Elicchi y yo estamos saliendo— dijo la pelimorada con una dulce sonrisa.

Por un momento, todas se mantuvieron en silencio ante la repentina confesión. Se habían quedado congeladas de la impresión, pero las dudas de que fuera una broma desaparecieron con una inusual vista.