1- El inicio de el fin

162 12 1
                                    

Megan

El claxon del coche de atrás me hizo despertar de ver a la nada, últimamente me esta dando por mirar a la nada y ser incapaz de controlar mi cuerpo o de moverlo, necesito de algo verdaderamente importante o fuerte para hacerme despertar y eso es preocupante ya que la idiotez viene hacia mi y yo no estoy preparada para eso, así que piso de manera suave el pedal para así avanzar no sin antes revisar hacia los lados para que ningún automóvil cruce de la nada.

El viaje a casa no fue tan largo como había esperado que fuera gracias a la lluvia que se hizo presente en mi trabajo y en la escuela, creía que el tráfico sería más lento, pero ahora que estoy aquí, estacioné mi moto fuera de mi casa en la banqueta, ya que mi casa no contaba con un garaje donde cubrirlo, así apague el motor y bajé, no sin antes agarrar mi celular y pertenencias y sintiendo una ligera brisa, que casualidad, que aquella tenue brisa hacia que los mechones de mi coleta improvisada sean atraídos hacia aquella casa, la dirección de el aire era hacia ahí, y pasando saliva, observe cada detalle de el misterioso -Aunque sin parecer acosadora-, el patio desgastado y mal cuidado, las plantas secas, necesitaba una buena remodelación por su patio aunque tal vez por adentro sea igual, las ventanas se ven opacas ya que no he visto que sean limpiadas en mucho tiempo, color gris toda la casa, todo estaba situado frente a mi casa y cada que salia, ese toque se mantenía en mi.

Parpadeo repetidas veces al notar un movimiento por una de las ventanas, no sabría si fue el aire pero juraría que la cortina de el interior se movió, aunque anteriormente no había puesto mucha atención como para ver que era, solo recibí un escalofrío por toda mi espalda, dando media vuelta, rodeo la moto  y avanzo hacia mi casa notando que, a comparación con la de mi vecino, mi patio si estaba bien cuidado e incluso había puesto rosas alrededor de el patio de pasto y ligeros adornos para que así no hablen mal de mi, ya limpieza fue mi amiga en mis tiempos de soledad.

Una vez había entrado a casa, me quite los tacones que tenía lanzándolos a alguna parte de la entrada, caminando descalza y notando el cosquilleo de las plantas de mis pies al ya estar relajados y libres de tensión.

Encendería la televisión dejando en un canal de música electrónica y de las canciones actuales, de esas que están de moda, así reconociendo alguna que otra canción, comenzaría a cocinar para poder cenar algo ya que no había podido comer nada en el trabajo.

Una vez dejaría de cocinar, escucharía la puerta principal ser golpeada tres veces, así dejaría el cuchillo en la tabla y caminaría a ver quien es, así abriendo y viendo a un oficial de policía, la duda no tarda en venir a mi y el temor de que algo grave haya pasado, así mirando que sea un oficial de verdad, lo miraría a los ojos elevando ligeramente mis cejas sin saber que decir, mis labios estaban ligeramente abiertos hasta pronuncia palabra alguna.

- ¿N..necesita algo..? - Ni si quiera me moleste en sonar dulce o formal, ni un saludo de buenas noches, mi voz sonó débil a comparación de la de el hombre de aproximadamente unos 30 años, que me miraba de una manera un tanto seria, hasta sacar una hoja de su carpeta y extenderla hacia mi, revelando así un anuncio de una joven desaparecida, frunzo el ceño marcando ligeramente mis cejas, jamás en mi vida había visto esa chica, Anna, 16 años, soltera, morena y cabello color chocolate, mirando sus facciones no la reconocería de ningún lugar.

-Nos llego un reporte de que esta joven desapareció por esta calle. ¿Usted la conocía? ¿La vio?- La voz ronca y grave de el policía sonó mas dura de lo que había esperado.

-Yo... Yo...- Me quede callada sin saber que responder ante esas preguntas, aunque parecían ser más una orden, pasando saliva duramente no pude evitar no pensar en aquellos ojos oscuros y cabello alborotado que tengo de vecino, tenia más sospechas de que él tiene algo que ver con esto.

-No. No la conozco - Respondí lo mas natural posible ante la mirada analizadora de el policía, así agarre la chapa de la puerta con la clara intención de cerrar, una indirecta hacia el oficial para que se vaya ya que me esta incomodando. - Ahora que lo sabe. ¿Es todo?-

-Por el momento si.-

Y sin más, dio media vuelta y camino por la entrada de el patio hasta subir a su automóvil y avanzar, tal vez a las casas de los demás vecinos, aún seguia pensando por que demonios seguía con ese cuento de que mi vecino era un asesino que mató a su esposa. Por dios, nadie es capaz de eso, así tratando de hacer esos pensamientos a un lado, avance hacia la cocina para seguir haciendo la cena.

(...)

Ya habían pasado dos días desde que ese evento desafortunado había llegado, al parecer el cuerpo de la chica jamás fue encontrado y sigue desaparecida, no le puse demasiada atención y me limité a seguir con mi vida normal, haciendo un café en mañana con mi pijama puesta, ya que no tenía clases ni trabajo.

Absorbía el liquido caliente de la taza poco a poco, observando la televisión viendo algunos programas de destreza y juegos.

El sonido de algo ser raspado fuera de mi casa me hizo voltear ligeramente hacia la ventana y mirar a ese chico de enfrente comenzar a cavar en su propio patio, casi una tumba a lo cual yo reí para mis adentros, parecía no importarle nada de lo que esta haciendo o algo que llame la atención, pero lo que me causo mas intriga, mucho mas de lo que pudo haber causado nunca este tipo, fue a la chica delgada salir por la puerta, algo que sin dudas me dejó con la boca abierta, y más acercarse y despedirse de un beso en su mejilla e irse caminando.

-Mierda-

Adrik, quien fue apenas un conocido antes de llegar aquí, siguió cavando como si fuese el pan de cada día.

Sabia que debía dejar de mirarlo como una acosadora, una cosa que odiaba de mi era eso, ser una metiche, donde no me llaman, no dar privacidad, es algo que me enseñaron muchas personas.

Dieron las 12 de la tarde cuando ya estaba arreglada solo para estar en casa, un short y una sudadera de manga larga que cubría el mismo short, además de unas botas negras y mi cabello en un moño alto y desordenado, lista para quedarme en casa.

Aunque no todo es color de rosa, el timbre de la casa sonó, interrumpiendo mi hermoso y glorioso momento con mi taza de café, caminando hacia la puerta y abrirla sin si quiera mirar o preguntar quien era, aunque fue mi sorpresa al ver a la persona que menos me imaginaria a través de el marco de la puerta, su mirada imponente e intimidante, me examinaba de arriba a abajo, sin si quiera molestarse en disimular un poco, casi soltaba la taza de café que tenia en mi mano, abriendo mis labios notando así mi expresión de sorpresa.

-T...t..tú - Fue lo máximo que llegue a pronunciar sin parecer una retrasada mental frente a nuestro primer encuentro, no sabía por que estaba ligeramente más nerviosa de lo normal.

-Si, tú, necesito tu ayuda.-

Soltó sin explicar una sola cosa, ¿Por que necesita algo de mi si apenas y compartimos miradas?

-¿Disculpa?- Eleve mis cejas en una expresión confundida ya que aquella revelación no hizo mas que interesarme este chico y a la vez confundirme de una manera terrorifica, Las siguientes acciones solo marcaron el inicio de algo peligroso, di un paso hacia atrás abriendo mas la puerta y haciéndome a un lado dejándolo pasar, para así poder charlar un poco mas, aunque cuando el puso un pie en mi casa, tenia un muy mal presentimiento, sabia que algo fuerte se acercaba.

_______________

Gracias por leer hasta este capitulo, hace apenas algunas horas yo publique esta historia, y estoy pensando en que esto sea grande.💕 Hasta la próxima.

ImJustKatherine

Adrik || Secretos Sin RevelarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora