Lovers // ZAYN

Capitulo 3.

Me encontraba cerca de mi departamento, me parecía un lugar hermoso, y no me importaba lo cansada que estaba, necesitaba tomar fotos, había niños jugando alrededor mío, parejas conversando, y unos lindos ancianos, tomé fotografías hasta más no poder, y de nuevo una sensación de alguien mirándome volvió a invadir todo mi cuerpo, volteé a todas partes, pero no veía a nadie, supuse que sería el cansancio de nuevo, así que decidí dirigirme a mi apartamento.
Al llegar prendí la televisión, empecé a ver una de esas matinées que pasaban todas las noches, y caí profundamente en sueño después de eso.
Abrí mis ojos de golpe con mi corazón agitado, el sueño, tenía tanto tiempo sin soñar con el, pensé que ya lo había superado.

Rápidamente olvide todo, y empecé a arreglarme para el trabajo, casual y emprendí mi viaje, esta vez no me acompañaría Alice, así que sólo éramos yo y mi cabeza.

– Buenos días.

Dije.

– Buenos días.

Respondió Niall.

– ¿Y los demás?.

– Bueno, están arreglándose para las sesiones.

– Esta bien, será mejor que entré, si no, no habrá sesiones.

Sonreí y el respondió mi gesto.

Entré a la sala de maquillaje, pude ver a Alice y fui con ella, se veía muy bonita parecía una princesa al estilo romano, habían algunos muchachos todos muy apuestos.

– Alice, mira a la cámara.

Recalqué.

Pase casi todo el día diciendo ese tipo de cosas, los muchachos bromeando.
Al fin, la sesión término y cada quien tomó su camino.
Decidí ir a tomar un café cerca de mi apartamento, estaba comiendo mi comida tranquilamente cuando un chico entra al lugar y se sentó en una mesa con una chica, bromeaban cómodamente mientras comían, yo sólo me limitaba a observarlo llena de asombro y con mi corazón totalmente acelerado.

– Esta en París.

Fue lo único que llegue a decir en susurros.

Mi mente se lleno de recuerdos, veía sus hermosos ojos en ellos, el perfil que tenía se veía tan perfecto como los anteriores, no puede, aún no, rápidamente llamé al mesero y le pedí la cuenta.

– 57 euros.

Saqué temblorosamente el dinero.

– Tomé, quédese con el cambio.

– Gracias jovencita.

Mire alrededor de todo el café, veía por donde me escaparía para que Zayn no me viera, no quería ahora arruinar su presente, no dé nuevo, decidí irme por la puerta de la izquierda.
Estaba tan hundida en mis pensamientos que no me percaté que venía un mesero hacia mí, cuando volteé ya había hecho un desastre y todo el café volteó a mirarme.

– Disculpé señorita.

– Fue mi culpa, no se preocupe.

– Permítame llevarla para que se limpié un poco.

– No, me tengo que ir, no importa.

Le sonreí.

Salí de aquel lugar casi corriendo, que bueno que no me reconoció y esperó ya no volver a toparmelo por aquí.

– Señorita su cámara.

«Mierda!»

– Gracias.

Volteé y ahí estaban, sus ojos mieles haciéndome estremecer, como siempre.

– _____!?.

Lo escuche gritar, pero era tarde, ya me había ido.