II

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Hoy es un nuevo día y adivine que, me importa un carajo, todo es lo mismo continuamente, mi vida se basa en estar encerrada en mi recamara y las visitas al psicólogo que hay en el centro lo que no es de mucha ayuda pero en fin.

Le doy la última calada mi porros y me levanto de la cama para dirigir me al baño para darme una ducha, ya luego de estar lista salgo hacía los comedores porque aunque mi vida sea un desastre y todo eso me da hambre y mucha, al llegar al comedor los ruidos y parlotéo de todos fué lo primero que me recibió y de inmediato me arrepentí de no aver traído mi auriculares, detesto el ruido, a no se que sea de música.

Ya con mi almuerzo en la bandeja, buscó mi mesa es la más apartada de todas y nadie se sienta ahí así que ésa es mi mesa y todos los sabes ya no se meten conmigo, ya no.

- Hey, por fin nos dignas con tu presencia – dice Luke y yo lo miró con los  ojos entrecerrados.

- ¿Que mierda creés que hacés? – digo con los dientes apretados, el sabe qué no me gusta que nada se siente conmigo.

- Solo venía a saludarte, preciosas – dice, siento mis orejas calentarse y resopló sonora mente – ¡Oye me salpicaste de moco – dice riendo pero eso sólo hace que me enfadé más.

- Ash, eres insoportable – digo golpeado la mesa haciendo que la mayoría voltear en nuestra dirección – ¡¿Que se les perdí algo?! – digo y todos vuelven a lo suyo – Ahora, si no es por qué me tienes más porros puedes poner la cara en donde mismo pusiste el culo e irte – digo dirigiendo me ahora a Luke.

- No, no es por qué te tenga más porros porque si no lo sabés eso se compra con dinero y ahora no tengo – dice y yo ruedo los ojos.

- ¿Entonces que quieres? – digo dándome el primer bocado a mi almuerzo – Y dilo rápido porque quiero comer en paz, si es que se pueda – digo tronando los dedos varías veces para que hablará.

- Bueno, tal vez no te interese pero ya sabemos a quien van a adoptar y... – antes de que terminará la oración lo interrumpo.

- Tienes toda la razón, no me interesa en lo más mínimo – digo cortante – Si eso era lo que ibas a decirme ya puedes irte - digo sería.

- Ok, pero se que te gustaría saber quién es – dice antes de ponerse de pies.

- Te seguro que no le interesa en lo más mínimo – afirmó y lo veo alejarse.

Por fin estaré sóla son nadie que me molesten, terminó mi comida y me pongo de pies ya la mayoría de chicos se han ido a las clases pero yo no iré, literalmente sólo voy cuando la vieja gruñona me va a buscar a mi recamara por qué sino allá me quedaría.

Me desvío de mi camino hacia mi recamara al recordar que tenía una cita con la psicóloga ¡hay! ¡QUE NO LA SOPORTÓ!, se llama Josefina y párese una tabla por qué no tiene culo y para el colmó se pone unos pantalones enormes y abeces  se hacé unos moños casi en la frente (que párese una planta de caca) , hay creó que me estoy pareciendo a la insoportable de Lexy y eso no me lo puedo permitir, no.

Al estar frente a la puerta de la psicóloga la tocó tres veces seguidas y luego de escuchar un "Adelante" giró el pomo y la empujó hacía dentro para entrar su oficina serrando la puerta detrás de mí.

- Anda siéntate – dice señalado la silla frente a ella, ruedo los ojos y hago lo que me dice – Un día de estos se te quedarán así los ojos y te acordás de mí – dice y ruedo nuevamente los ojos apropocito.

- Si, como se - digo haciendo una mueca dé fastidio – coja su libreta que no tengo mucho tiempo – digo y ella acomoda sus gafas (de vieja) y me mirá entre serrando los ojos.

- Señorita Rosalía usted a mi no me da órdenes y eso llevó diciendo lo desde el inicio – dice seria ( como si a mí me importará) – Además es usted quién necesita la ayuda no yo – dice señalando me.

- Si pero también a usted le pagán por eso, además yo a usted no le e dicho qué necesitó ayuda – digo con molestia.

- Ahí está el problema que usted no quiere aceptar que tiene problema cuando en realidad si los tiene – dice anotando algo el su libreta – Ahora, dígame ¿cómo se a sentido últimamente? - dice viéndome por encima de sus gafas.

- ¿No sé supone que esos lo preguntan los doctores? - digo bufando.

- Me refería ha emocionalmente - dice soltando la pluma y mirándome a los ojos, reí para mis adentros por qué se que se está convirtiendo de decirme algo mal dicho – ¿Entonces? – dice esperando mi respuesta.

- Aaah, se refería a emocionalmente – repito lo que ella acaba de decir – Pues igual - digo encogiendo me de hombros.

- ¿Y que es igual? - dice expectante.

- ¿Hay y ahora usted quién que yo le diga que es igual?, busque lo en Google o que se yo –  digo fingiendo enfadado cuando en realidad estaba loca por reí me por su cara de disgusto.

Tenía que admitir que era por así decirlo divertido molestar a esta señora.

- ¡A ver señorita Rosalía!, tómese esto en serio que no estoy relajando – dice golpeado el escritorio – Entienda que sólo quiero ayúdale, pero si usted no se deja no podremos – dice ya más calmada y con una mirada genuina, cosa que nunca había hecho.

- Pero si yo no quiero que nadie me ayude yo estoy bien así y además a nadie le he pedido ayuda, por qué no importa lo que haga o dejé de hacer  nada da cambiará lo que soy – digo poniéndome de pies y dirigiendo me a la puerta.

- Te equivocas si puedes cambiar – es lo último que escucho ya que cierro la puerta de un portazo.

No me gusta como me siento, no me gusta que me tengan pena, no lo soporto y eso me hierve la sangre ¡aaagh!, caminaba por los pasillos hecha furia no me importó quién se me atravesara tampoco el provocar que algunos se cayeran, quería llegar a mi recamara para encerrarme y que nadie me molestará, pero al parecer el jodido universo (como siempre) estaba alineado a mi contra.

Cameron se encontraba frente a mi puerta haciendo no se qué sólo se que no le irá bien, al escuchar mis pasos se giró en mi dirección y espero asta que llegará el.

- Hey Rosalía, ¿Que tienes? – dice al ver mi cara.

- Cameron, no molestes – digo tajante.

- Sólo quería saber cómo te fue en tu cita con la psicóloga – dice y lo miró furiosa y respiro profundamente tratando de calmarme.

- Escucha, Cameron te pido por favor que te vallas porque no estoy de humor – digo y el asiente cabizbajo.

- Está bien – dice y se da vuelta.

Entro a mi recamara y me tiró en mi cama aprieto los ojos y al abrirlo algunas lágrimas rodaron por mis mejillas pero de inmediato me las limpie, odio llorar casi tanto como el que me tengan pena.

Seré los ojos nuevamente y no sé en qué momento me quedé dormida...










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Que niña está es una gruñona ¿Siento? LOL

Espero que les haya gustado el cap y para que yo pueda saberlo díganme en los comentarios que les a pareciendo, si les a gustado o no, si no les a gustado pues jodance ( nah mentira).

Y por último pero no pero eso menos importante, toque en la estrellita a ver qué pasa.


CHAO X💖X💖.

ATT:

M+

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