Dating Chris Evans

Working Late

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Una brisa fría te despertó, temblabas. Te moviste en tu lado, tratando de acurrucarte con tu calentador personal. Sin embargo, te encontraste con un lugar frío y vacío. Te apoyaste sobre los codos buscando a Chris por la habitación y mirando para ver si estaba en el baño. Cuando checaste la habitación, supiste de inmediato dónde estaba. Chris ha estado trabajando duro para un próximo papel; tratando de memorizar sus líneas con perfección. Suspiraste suavemente, esperando que él te escuchara y volviera a la cama.

A medida que te acercabas a su oficina, podías escucharlo leer, repitiendo cada línea dos veces, o a veces más. Hizo una pausa y tú aprovechaste la oportunidad para tocar suavemente, no queriendo asustarlo. Abriste la puerta y encontraste a Chris sentado en su escritorio, tomando un sorbo de su café; parecía un zombie.

"¿Cuál copa es esa?", preguntaste, apuntando con la barbilla hacia la copa mientras te apoyabas contra la pared con los brazos cruzados.

"La segunda", dijo, con la voz apagada mientras tomaba otro sorbo.

Lo miraste con simpatía, sabiendo que realmente quiere hacer lo mejor con esta película. Querías, necesitabas que supiera que no importa lo que vaya a ser increíble; él siempre está en tus mente.

"Siento haberte despertado", se disculpó Chris, pensando que su lectura fue lo que te despertó. Sacudiste la cabeza y caminaste hacia él mientras decías:

"No lo hiciste, una brisa fría sí". Caminaste hacia él, abrazándolo por detrás. Colocaste un suave beso a un lado de su cabeza, mientras él continuaba leyendo; ocasionalmente te frotaba los brazos que colgaban de su cuello.

"Vuelve a dormir bebé. Necesitas descansar". Chris tarareó mientras leía, haciéndote preguntar si al menos te escuchó.

"Chris", dijiste una vez más, "Vuelve a la cama".

Chris giró la cabeza hacia un lado y te miró por el rabillo del ojo. "Adelante, cariño. Estare ahi pronto."

"No puedo dormir sola, tengo frío. Necesito mi calentador personal", dijiste riendo entre dientes. Se giró para mirarte, tomó tu mano y dijo:

"Vamos, puedes sentarte en mi regazo hasta que termine de trabajar". Le obedeciste y te acurrucaste en su pecho, mientras él te abrazaba con fuerza. Mientras él leía, hiciste tu mejor esfuerzo para mantener los ojos abiertos, queriendo hacerle compañía a Chris. Sin embargo, tu cansancio se mezcló con la calidez de su cuerpo y los suaves latidos de su corazón te hicieron volver a dormir. Chris no se había dado cuenta de que estabas durmiendo hasta que te preguntó algo, pero no respondiste. Bajó la vista y sonrió a tu figura dormida. Cómo te acurrucaste en su pecho; tu cabeza descansando sobre su hombro.

A pesar de que Chris tenía más líneas que memorizar, se sintió culpable por mantenerte durmiendo de una manera incómoda, así que lentamente extendió la mano y apagó la lámpara que estaba sobre su escritorio y se levantó. Cada vez que te movías, Chris desaceleraba sus acciones o, a veces, se detenía, no queriendo despertarte. Cuando llegó a su habitación, te tumbó en la cama susurrando "Te amo. Buenas noches", y te dio un suave beso en la frente. Chris fue al baño, se bañó y volvió a dormir; abrazado a tu lado.