Madison Hardy
No estoy feliz con mi vida, entrar a una nueva escuela cuando ya inicio el año no es algo divertido. Culpo a mis padres por cualquier cosa que llegué a pasar. Pero cuando mis ojos caen en ese chico sexy se me olvida porque estaba mole...
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Con las ventanas abajo y la canción Believer de Imagine Dragons a todo volumen desde mi radio conduzco hasta mi nueva vida, más específicamente a mi nuevo instituto. Mi auto un lindo volkswagen escarabajo color turquesa entra en el estacionamiento del instituto, tomo mi mochila del asiento del pasajero y salgo del auto.
Una chica rubia quién se encuentra recostada junto a dos chicas más en el auto al lado del mío, me sonríe de forma burlona. —Eso debe ser lo único que conseguiste en el depósito de chatarra.
Me paro frente a ella y cruzó mis brazos sobre mi pecho. —Mi auto es un clásico, no puedo decir lo mismo de tu fea blusa. ¿La recogiste de la basura?, parece una mezcla horrenda de vómito de colores.
— ¡Cómo te atreves!—Exclama examinando su camisa y frunciéndome el ceño. Las otras chicas que son de cabello oscuro la imitan.
—Fue un placer conocerte. —Digo con falsa dulzura y entro al edificio con algunos chismosos mirándome.
Me oriento y voy a la izquierda siguiendo las instrucciones de mi madre llegó hasta la oficina de administración, tocando la puerta un par de veces la abro sin esperar respuesta. Una mujer se encuentra sentada detrás de un escritorio revolviendo algo, al parecer no me escucho porque cuando me acerco se asusta.
— ¡Cielos! —Exclama una mano volando a su pecho. —Me has dado un susto de muerte.
—Lo siento, pero me dijeron que viniera aquí a buscar mi horario y número de casillero.
— ¡Viniste al lugar indicado! Soy Cintia Winston la secretaria del director, ahora dime tu nombre linda para buscar en los registros. —Empieza a hojear algunas hojas, algunas hebras de su cabello castaño cayendo sobre sus ojos, los aparta rápidamente.
—Madison Hardy. —Pronuncio moviendo mis dedos sobre su escritorio mientras veo alrededor. Hay tres estanterías repletas de libros en la pared de la izquierda y algunos cuadros detrás de la Srta. Winston y una puerta con la palabra director en una placa dorada y asientos negros en la pared a la derecha.
—Aquí está, en el segundo piso es tu primera clase, salón 301. —Me entrega una hoja con mi horario. —El número de tu casillero se encuentra al final de la hoja, debes buscar un candado para colocarle. Espero no verte aquí tan seguido Srta. Hardy.
