Me detengo en una cafetería antes de ir al instituto para conseguir algo de café y una deliciosa dona de chocolate.
Al llegar camino por el pasillo a mi primera clase, estoy tan distraída dándole un mordisco a mi dona que no veo a la persona enfrente de mi hasta que es demasiado tarde.
El impacto es inminente.
La tapa del café se sale y este se vierte en mi mano y mi ropa, grito por el líquido caliente en mi piel y gimo cuando mi preciosa dona cae al suelo. Alzo la mirada de donde yace mi dona para ver al idiota que hizo que perdiera mi ración de azúcar.
— ¿Acaso no ves por dónde caminas? —Digo a nada más que Josh Drake. Está observando su pecho cuando le hablo, alza sus ojos y me frunce el ceño.
—Eres la idiota que estaba caminando y comiendo con los ojos cerrados. —Gruñe, eso es una completa mentira, no andaba comiendo con los ojos cerrados.
—No soy una idiota. —Es lo único que puedo decir porque esa camisa que lleva puesta me distrae.
—Mis ojos están aquí arriba, roja. —Una lenta sonrisa se forma en sus labios.
—No te hagas ilusiones, solo estaba viendo la mancha. —Miento descaradamente. —Por cierto, ahí viene tu novia.
Recojo la dona y me alejo al ver los asesinos ojos de Ashley observándome. Voto la dona y el café a la basura y entro al baño de chicas. Entro a un cubículo, abro la mochila y saco una de las blusas que traje para poner en mi casillero en caso de emergencia.
Una chica siempre debe estar preparada.
Escojo una de color rojo con algo de escote y hago una bola con la blusa manchada de café, y la voto en la basura.
No es que tenga otra opción, la blusa es blanca y de seguro esa mancha no saldrá.
Ya lista, salgo y me lavo las manos.
La puerta se abre y por el espejo veo que entra Ashley con dos chicas rubias falsa escoltándola.
—Mira a quien tenemos aquí. —Me sonríe por el espejo, no me inmuto ante su presencia y continúo con la ardua labor de enjuagar mis manos jabonosas.
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Loving Josh Drake ©
Teen FictionMadison Hardy No estoy feliz con mi vida, entrar a una nueva escuela cuando ya inicio el año no es algo divertido. Culpo a mis padres por cualquier cosa que llegué a pasar. Pero cuando mis ojos caen en ese chico sexy se me olvida porque estaba mole...