04

73 3 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Que me derrame café en la mañana es aceptable, vamos yo estaba jodidamente distraído observando la forma en la cual estaba comiendo esa dona con los ojos cerrados, sus labios envueltos en esa bola de masa azucarada lleno mi mente de sucios pensamientos. Hasta que sentí el café caliente en mi pecho.

Ahora la miro mientras se pone de pie observándome con sus ojos muy abiertos.

—Debe ser una jodida broma. —Gruño acercándome a ella.

—Lo siento. —Dice, mirando hacia atrás.

—Esto no se queda así. —Aunque admito que la nueva es jodidamente sexy, no puedo permitir que me deje en ridículo. Dos veces en un día.

Tomo el envase de una mesa cerca haciendo que el chico me frunza el ceño, le doy una mirada fría y baja sus ojos para observar la mesa. Roja reacciona demasiado tarde, derramo el plato de espagueti en su cabeza. Jadea y me mira sorprendida.

— ¡Eres un imbécil! —Ahora ella está enojada.

—Te lo merecías. —Una sonrisa se desliza por mis labios. —Ahora estamos a mano.

—Vete a la mierda. —Gruñe tomando la bebida que tiene la chica de Ericsson, su brazo se mueve y lanza la bebida en mi dirección. Molesto observo mi ahora mojada camisa.

—No debiste hacer eso. —Busco entre las mesas y consigo una botella de Coca—Cola, me giro y apunto hacia Roja, sin embargo anticipa mi jugada y se quita del medio. Desafortunadamente la chica de Ericsson es la que recibe la bebida en toda su cara y parte de su ropa.

— ¡Maldita sea!—Planta las manos en la mesa mediante se pone de pie, sus ojos me miran enojados. — ¡Idiota!

Me muevo rápidamente cuando veo un contenedor de comida volando a mi cabeza, Ashley chilla cuando este impacta en su pecho.

¡GUERRA DE COMIDA! — Grita alguien en la multitud.

Todo se vuelve un maldito caos.

La comida vuela hacia todas direcciones, Ashley y sus copias se esconden bajo una mesa. Algo golpea mi mejilla, lo limpio de mi rostro y puré de patata se queda en mis dedos. Observo a Roja tratar de esconder debajo de una mesa, me acerco detrás de ella y antes de que desaparezca la tomo por la cintura y la jalo hasta que está de pie.

Loving Josh Drake ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora