Por favor, si apenas estas leyendo estas palabras TE ADVIERTO que lo pienses muy bien, ya que afortunadamente aún tienes oportunidad de dejar de leer esta historia y continuar con tu vida.
Pero si sigues leyendo, bueno entonces eres un verdadero fan...
⚠ NOTA: Lo contado en este relato no tiene como objetivo contar una historia de terror sino dar a conocer un mensaje... Un mensaje de un seceso que ocurrió no hace mas de un año. ⚠
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Esta historia ocurrió durante una tarde en un cálido apartamento en Montreal, Canada. En el cual nada mas vivían una madre y su pequeño hijo de 8 años.
La señora preparaba el almuerzo tranquilamente en la cocina. Estaba bastante emocionada pues en menos de una hora llegarían sus padres a visitarla junto con algunos otros familiares.
Ya tenia casi todo listo, solamente le faltaba terminar la salsa. Quiso saber como estaba su hijo así que se asomo por el gran ventanal que daba hacia la sala y pudo observar como su pequeño Damian jugaba con sus aviones de juguete. Sonrió al ver como su hijo disfrutaba jugando con ellos.
Siguió entonces cocinando la comida, ya de seguro sus padres estaban por llegar. En eso el teléfono suena, ella rápidamente va y lo contesta.
— ¿diga?... ¡ah hola! ¡¿como están?!— decía ella muy feliz al oír la voz de su padre al otro lado de la linea— ¡¿Ya están por llegar?!... ¿si?... ¡¿En serio ya están frente al edificio?!... bueno suban tranquilos que yo los recibo— dijo mientras movía el cucharon dentro de la olla. A lo lejos creyó escuchar que su hijo hablaba con alguien, intento asomarse para poder verlo y cuando observo hacia la sala él no estaba allí—... bueno... nos vemos en un momento...— Colgó la llamada y puso el teléfono en una mesita.
— ¿Dami?— llamo a su hijo, pero no obtuvo respuesta— ¡Damian!— siguió llamándolo mientras recorría el apartamento.
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Lo busco por la sala, el baño y su cuarto pero no estaba. Penso entonces en buscarlo en su habitación, se dirigió hasta allá y sí, el pequeño se encontraba allí.
Estaba sentado en la orilla la cama con la cabeza baja, parecía algo triste, la madre fue y se sento a su lado.
— Oye ¿que es lo que ocurre?— le pregunto curiosamente a su pequeño.
— Y... ¿si ellos no me quieren?— pregunto en voz baja el niño, la madre supo entonces que se refería a su familia. ¿Damian estaba asustado de que sus familiares no lo quisieran?.
— Hey... ¿porque piensas eso?... ¿porque no iban a quererte?, eres dulce, cariñoso, inteligente y creativo, Eres el mejor,... serian unos tontitos si no te quisieran— le animo ella cariñosamente dándole un pequeño abrazo. Sintió como su hijo se tenso por su afecto, de seguro aun estaba nervioso.
Apenas hace dos semana que la señora Contreras había adoptado al pequeño Damian. Por una simple pero muy afortunada coincidencia se había topado con el adorable niño ese día que había ido a visitar aquel orfanato.
