El que no arriesga,no gana

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¿Estaba...mal?

Se sentía mal,se sentía horrible, jodidamente horrible,como si le hubiera quitado un dulce a un bebé o algo parecido.

¿Pero qué más podía hacer? ¿Qué se suponía que debía sentir? No podía evitarlo,nunca podría y estaba seguro de que nunca lo olvidaría.

¿Qué se suponía que debía sentir al ver a Beverly tan cerca de Bill? ¿Felicidad? Pues no,no era el caso. ¿Enojo? Tal vez,¿Celos? Muy probablemente,pero ¿Por qué? Estaba seguro de que no odiaba a la pelirroja,hasta le caía bastante bien,era divertida y casi otro chico entre los perdedores... Casi.

Tampoco sabía por qué se sentía así,Bill era su mejor amigo,o al menos eso pensaba Eddie,no sabía si él lo consideraba su mejor amigo, pero ese no era el punto. ¿Por qué se sentía tan... lleno cuando estaba con el tartamudo? Y...¿Por qué se sentía tan vacío cuando no sabía de él en todo el día? Era como...una calidez en todo el cuerpo,en especial en el pecho y mejillas,pero sin embargo, cuando se acababa el día y cada uno daba media vuelta para ir a casa,esa calidez desaparecía,era casi como si se estuvieran dedicando un último adiós...No no no no,eso no,nada de pensar en que algún día podría ser el último,la última charla,la última sonrisa,la última mirada, el último abrazo...No, jamás podría aceptar un último adiós.

Estaban en los Barrens,todo el grupo junto,arrojando piedritas al lago,haciendo garabatos en la tierra con una ramita y contando chistes,todos parecían muy felices y divertidos,más relajados que cuando estaba el payaso,pero...Eddie parecía estar ausente,como rodeado por una burbuja invisible,en su propio mundo,casi invisible, prestando oídos sordos a toda conversación que estuviesen teniendo sus amigos. Su mirada se mantenía perdida y cada tanto se mordía levemente el labio bajo,su respiración era tan suave,tan tenue...que si no vieran como su pecho subía y bajaba, pensarían que no estaba respirando. Eddie estaba en su propio mundo,pensando y tratando de encontrarle una lógica a toda esa bola,o más bien torbellino de emociones y pensamientos juntos,los cuales varias veces se contradecían entre sí y parecía que no había lógica alguna dentro de su cabeza,quizás comenzaba a perder la cordura y por eso mismo su cabeza estaba hecha un lío...¿Era eso? ¿Se estaba volviendo loco?

-Eddie...Eddie...¡Oye Eddie!-.

-¿¡Qué quieres?!- Gritó impaciente,estaba pensando y le interrumpían,quizás estaba irritable estos días.

-¡Wow! ¡Tranquilo!- Solo en ese momento pudo ver que se trataba de Richie- ¿Qué te pasa?-.

-Nada Richie,no me pasa nada-.

-Eddie, estás raro,¿De verdad estás bien?-.

-Si Bill,estoy bien,de verdad-. Genial, ahora Bill,¿Acaso faltaba algo más? No sé, quizás que su madre lo llevara a emergencias por capricho,sabía que era capaz.

-¿Seguro que estás bien,Eddie?- Beverly,no sabía por qué,pero su paciencia se colmó en segundos,fue como si todos sus cables se hubieran cruzado al mismo tiempo.

- Sí,estoy malditamente bien,¿De acuerdo?- Se levantó enfadado, tomó su riñonera y dió media vuelta,con intención de ir a su casa, caminó a grandes pasos y soltando bufidos acompañados de maldiciones no muy agradables para el oído.

Los perdedores estaban tan atónitos que tardaron en reaccionar,y en cuanto lo hicieron,ya era tarde para seguir a Eddie,como se haría en cualquier novela dramática.

Eddie entró a su casa y cerró la puerta con un fuerte portazo, sobresaltando a su madre que estaba sentada en un sofá individual frente a la televisión,con una bandeja con galletitas y una taza de café.

-¡Eddie! ¿Estás bien? ¡Casi me da un infarto!-. Eddie la miró,no la odiaba y pese a que a veces era sobreprotectora,irritante y solía invadir su privacidad,era su madre y la quería,a pesar de todas sus discusiones. Dejó de fruncir el ceño y bajó la mirada.

Pequeño Edds- Historia Corta- Bill x EddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora