SEIS BESOS, SOLO UN PROPÓSITO.

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Tras mucho tiempo de camino llegué a Catamayo la ciudad era agradable pero detestaba el calor y fue muy buen motivo para no vivir ahí pues ahora buscaba un lugar para siempre  antes de llegar tuve tiempo de hacer parkour el cual aprendí gracias a un grupo de jóvenes viajeros  y el primer día practiqué en la  mañana y luego fui a buscar trabajo no pasó tiempo y fue cuestión de caminar un par de pasos y encontré a un grupo de sujetos cargando y descargando el mas viejo de ellos me vio  y me ofreció trabajo yo sin mas acepté empecé a descargar bolsas de cemento toda la tarde de grandes camiones que llegaban al terminar el día el jefe nos pagó a mi como nuevo me dijo que vuelva mañana por mis quince dólares mas mis otros quince si trabajaba mañana también y eso fue lo que hice al otro día llegué a las seis aunque el trabajo era a las ocho el jefe ya estaba ahí y de inmediato un camión llegó  y lo empecé a descargar me recomendó bajar de seis en seis  pero con lo que sufrí en el infierno no hubo problema hacerlo de diez en diez normalmente un trabajador  descansando de viaje en viaje y tomando un respiro se tardaría dos horas y media yo lo hice en una sin ni un respiro el jefe le sorprendió al ver que antes de las ocho ya había descargado dos camiones enteros y cuando el reloj marcó las ocho todos ya estaban ahí y llegó otro camión al llegar las cinco todos nos formamos para recibir nuestra paga al retirarse todos yo era el ultimo y el jefe antes de darme la paga me felicitó aunque le dije que no era de ahí y buscaba un mejor lugar para  vivir el enseguida me dijo que fuera a Loja, que me quede a trabajar por el tiempo que quisiera y luego vaya allá, acepté quedarme una semana mas a lo que al asintió positiva mente luego me entregó setenta dólares por lo que hice  y se retiro decidí guardar ese dinero y seguir comiendo panes y durmiendo en las calles trabajé como fue costumbre mas temprano que todos hice mi mayor esfuerzo y mi paga pasó de los quince a cincuenta y como solo trabajábamos hasta el sábado el jefe que me guardó la paga hasta ese día me dio lo de los cuatro días mas cien como agradecimiento de mi esfuerzo y me despidió como un hijo, el domingo en la mañana me fui me canse de caminar así que cogí una cooperativa  y en menos de una hora llegué el sol apenas se estaba poniendo y solo con el clima, su gente, el terminal y sus alrededores fueron suficientes para enamorarme y decidir quedarme ahí.


Apenas estaba amaneciendo y fui al centro a comprar primero que nada necesitaba ropa y zapatos nuevos y luego busque un hotel y una mejor mochila   quería darme un lujo y fui al mejor hotel de la ciudad me quedaría  poco no portaba mas que 375$ que me dio mi jefe y ya me había gastado setenta y cinco pero valía la pena después de haber dormido en las calles de niño y en Catamayo apenas entré y salté a la ducha mientras me bañaba las gotas las sentía como las lluvias de la selva colombiana, al tallarme la piel con el jabón recordé a Tarica en el río, al acabar la ducha fui y me prepare un café al moler los granos con mis manos recordé la tierra en donde Ana descansaba y  revisando la libreta que me dio mi padre y en la cual anotaba todo lo vivido el calor de la llama de la cocina era para mi el fuego en el que los demonios ardían y recordé que alguna vez fui uno me cambié y enseguida caí en la cama desperté a las seis de la tarde del siguiente día lo que jamás pude descansar en diecisiete años lo había echo ahora pero nada es eterno excepto el sufrimiento y salí del hotel como era anónimo por una paga mayor solo cancelé y me fui era de tarde y fui a un parque llamado Simón Bolívar  ahí pensé un tiempo en buscar un trabajo pero también en lo difícil que seria seguramente no me lo darían por:
Ser extranjero.


No tener experiencia en nada.


No tener anteriores trabajos.


Y obvio que por no estar vivo ya que  en mi país fui dado por desaparecido y al haber pasado mas de diez años seguramente también por muerto mis documentos estaban en la casa que deje  hace ya doce años era el día de mis cumpleaños y ya tenia la mayoría de edad  por eso tenia que pensar mas las cosas que haría, jamás en mi vida estudié pero aprendí todo lo necesario y eso me lleno de orgullo por que a pesar de todo se que podría salir y volví a mi para fijarme en el parque y la cantidad de jóvenes que aprovechando la noche salían a divertirse iban y venían y entre ellos conocí a la mujer que me daría mi profesión de ladrón experto estaba siendo acechada por ocho hombres era bajita de pelo muy largo y unos ojos del azabache de las profundidades del mar fue acechada hasta dos cuadras mas allá donde se fueron siete y solo se quedo un tipo alto casi calvo y robusto  la agarro de la mano cuando me di cuenta que le hacia daño me acerque:

El Mejor De Los Ladrones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora