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NARRADOR

Samuel había decidido arriesgarse, aún sabiendo que las cosas no podrían cambiar, no podía esperar que Carla correspondiera a su beso y eso no impidió que tomara su decisión.

Ahí estaba el chico dando lo mejor que podía. Realmente esperaba que Carla correspondiera pero está solo lo aparto para propinarle una cachetada. Más sin embargo sus respiraciones demostraban lo contrario, sus miradas pedían a grito que debían unirse y ser uno solo.
Carla rápidamente se aproxima a Samuel devolviéndole el beso y el no dudó en corresponder. Ahí en las frías calles se encontraban dos jóvenes a las 6:30 de la mañana demostrando lo mucho que se necesitaban el uno al otro.

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Carla me ha propinado una cachetada y vaya que dolió pero el ardor en mi mejilla rápidamente fue remplazado por ese sabor que solo sus labios tienen, no podía creer que Carla hubiera hecho eso. Me encanta sentirla tan cerca de mi; aún cuando sea solo por medio de un beso.

Nos separamos un poco  por falta de aire pero a la vez nos mantenemos juntos. La observo y se nota cansada — necesitas dormir — digo

— Vaya que si, he tenido una gran noche y mi mañana no ha ido tan tan bien que digamos, ¿ no es así, Samuel?— sonrie

Estoy a punto de responder cuando me veo interrumpido por el sonido de mi teléfono. Lo cojo para ver de quien se trata, ¡SANTA MIERDA!, es Rebe, atiendo.
—Hola. —inmediatamente me comienza a hechar el sermón.— Si lo sé, que me ha cogido un poco la tarde, estaré ahí pronto lo prometo. Cuelgo y veo a Carla que me observa con el ceño fruncido.

— Que ha sido Rebeka, he quedado con ella para salir.— no sé porque cojones le estoy dando explicaciones — nada malo he, solo unas copitas y ya.
Comienza a reírse — ¡PERO QUE COJONES?!!, JODER QUE ESTA TÍA ME DESESPERA.

—Ya ya cacho Samuel, que haz quedado con la narcobarbie chaval, vaya pues os felicito y no te preocupes no tienes que darme explicaciones hombre que tú eres libre y puedes hacer lo que se te de la gana.—  lo dice tan tranquila, ¡DIOS!.

— Ya, Carla que solo somos buenos amigos y como dices soy alguien libre que puedo hacer lo que se me venga en gana, pues sabes qué, tengo que irme y tu igual, permiso.

CARLA

Mientras veía como se alejaba yo estaba ahí con la esperanza que volviera, creía que ese beso lo arreglaría todo pero me equivoque, creo que fue más como una despedida, realmente lo estoy perdiendo. Sé que la culpa no es solo mía pero no puedo mostrarme débil, ya no más.

Me dirijo hacia mi casa— necesito dormir — pienso.
No se ha que demonios ha venido todo ese rollo que le he lanzado acerca de la niñata esa, la narco barbie. Pero solo sé que me ha enfadado que la escogiera aún cuando estaba presente.

—¡BASTA YA CARLA!, no tiene caso que sigas atormentadores, ya te ha dejado claro que no te necesita , demuéstrale que tú también puedes estar sin él .— pienso

Una vez en mi habitación me dispongo a dormir, lo necesito mucho; así como también necesito idear un plan para olvidarme de Samuel para siempre.

NARRADOR

Carla estaba dispuesta a olvidarse de Samuel y vaya que le iba a resultar muy difícil porque a pesar de su negación estaba realmente enamorada de ese chico.
Mientras Carla dormida muchas cosas sucedían en las calles y hogares.

Samuel por otro lado había llegado a casa de Rebeka como habían acordado salieron a las 10 de la mañana pues luego que Samuel apareciera a las 7:00 am habían decidido aprovechar un poco el tiempo boxeando.

Círculo vicioso - CarmuelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora