XXXIX

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XXXIX. Tratar

Después de un largo rato el doctor llegó con un semblante no muy alegre, traté de calmar mis pensamientos.

Al escuchar lo que tenía por decir simplemente me derrumbé. “La célula cancerígena ha vuelto, y está vez está alojada de manera indefinida”.

Maldita sea, mi hermana, mi pequeña sufriendo de nuevo las quimios, las sesiones, el dolor. No lo podía imaginar

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