Debería ser pecado hacerlo en dos piezas.
Sorry por faltas de ortografía (?)!
....☆.☆.☆.☆
Le pedí que se vistiera para mí, sabía como tenía que vestirse para mí esta noche. El trabajo en todo el día había sido pesado, ahora necesitaba relajarme, quería relajarme pero al volver a casa, no estaría solo. No, para nada lo estaría…
Abrió la puerta de la casa y todo estaba en silencio, justo como lo había pensado. Subió las escaleras, tras haber dejado algunas cosas en la sala, caminando tranquilamente hasta la habitación, y ahí estaba el. Justo como lo pensaba, justo como se lo había pedido.
*-*-*-*
Cuando Abbacchio vio el interior de la caja, después de asegurarse que no había nadie en casa, que todo estuviera vacío, vio el reloj que aún tenía tiempo para prepararse. Ya no recordaba como había surgido la idea pero ahora se había vuelto una orden.
“Prepárate, antes de que llegue a casa" leyó la hoja, y aunque ya sentía los efectos en el. Hizo caso y se cambió la ropa.
Abbacchio haría todo para complacer las órdenes de Bruno Bucciarati.
-.-.-.-
Miro el reloj y descubrió que era algo tarde, pero aun así, sabia que estaría dispuesto para el. Esta noche, sería su “ pequeño felino “
Abrió lentamente la puerta de su habitación y cuando miro a su cama, le vio acostado boca abajo. Aprecio ese traje de lencería fino y transparente que le compro de sorpresa y ahora el albino lo tenía puesto, traje delgado de color negro. Bruno, sabía como todo el mundo que el color rojo provoca pasión, pero el negro le hacía sentir más diferente.
Se acerque a el, descubriendo que estaba adormilado y corrío sus manos a través de su espalda semidesnuda, dando un sutil masaje a su piel, sintiendo en sus dedos su piel cálida y suave. El era tan perfecto y hermoso, que le terminó a despertando.
-Bucciarati- murmuro adormilado, y recién llegado le sonrió
-Buenas noches- saludo, y lentamente se inclino hacia el para besarle. Abbacchio sabía como responderle, que se apretó junto a el, haciendo que Bruno se acostara sobre él en la cama. La pareja se ssonrió y trato de dominarse el uno al otro pero esta ocasión, Bruno termino ganando
-¿Estas rebelde esta noche?- hablo Bruno aun sonriendo, pero ahora Abbacchio en lugar de decir alguna palabra, ronroneo.
“Meow” entro en el papel, Bruno le jalo hacia el, para sentarse en la cama, y solo acaricio su largo cabello blanco, tocando ese par de orejas, sobre su cabeza.
-¿Tienes hambre?- le pregunto, mientras Abbacchio solo corrió su rostro hacia el suyo. Dejando que su lengua corriera bajo su garganta, la sensación en instantes se volvió tan exquisita. Parecía volverlo loco, y termino encantado.
Dejo que le besara por el cuello, que subiera hasta sus oídos, y le acariciara el pecho. Abbacchio sabía como relajarle, como recompensarlo por cada día de trabajo. Bruno lo adoraba totalmente.
-Ahh- no evito suspirar, al sentir sus manos le tocaban el pecho y Sus labios bajaron repentinamente para succionar sus pezones. Sin duda Abbacchio sabia lo que hacía, como acariciar, como excitar, pero Bruno esa noche quería dominar.
–Mas, Abbacchio, Mas- ordeno, mientras solo pudo acariciarle la espalda, los hombros, alborotando en parte ese hermoso pelo. A la vez que su mascota siguió trabajando en el… delicioso.
-¿No quieres leche?- le pregunto después, y ambos sonrieron.
Abbacchio Cruzó su mirada con la suya, y sus manos corrieron hacia el botón pantalón. Sin embargo Bruno le detuvo.
-Antes… te falta algo- murmuró al colocar su mano en la suya, y de la Palma de su mano, frente a él, saco una pequeña cola. Bruno ardía en calor, sentía el rostro acalorado y el cuerpo caliente, provocando un escalofrío en Abbacchio al ver el objeto. Eso lo excito más.
-Si no te lo pones, el cosplay no estará completo- sonrió su jefe, y Abbacchio sin decir una sola palabra. Se apartó de el, para ponerse en cuatro sobre la cama, dándole la espalda. Le faltaba su cola gatuna.
-Eso es, así me gusta- susurro, tocando su cadera, mientras a la pieza, le untaba el gel para después frotar sus dedos entre sus piernas. Ahí se dio cuenta que Abbacchio ya tenía una dura erección -Que hermoso gatito- hablo, apoyándose tras de él y apretó el objeto contra aquel pequeño hueco.
Abbacchio se mordió los labios, Bruno solo chito a su oído, hundiendo más y más el juguete hasta que topo en su cuerpo.
-Hermoso- repitió Bruno, y a cambio escucho un intento de maullido. Viendo al albino directo a sus ojos de color miel, tenía el rostro, las mejillas totalmente rojas y los ojos humedecidos. Era una sensación sutil tortura que provocaba un intenso placer.
-Mi felino tiene hambre, y le voy a dar un premio- hablo Bruno en un tono de compasión y autoridad. Se acostó bajo la cama, se abrió de piernas para quitarse el pantalón y mostrar sin pena su cuerpo semidesnudo. -Toma tu leche- susurro, lento, despacio, suave. Enseñando la erección dura, fuerte, enorme, caliente.
Abbacchio acercó su rostro entre sus piernas, y Bruno lo tomó entre sus manos para guiarlo hacia su erecto, viendo como le tomo la punta con su lengua, haciéndole estremecer por dentro, rápidamente
-Ahh…, sí- suspiro, cerrando los ojos. Y Abbacchio busco más acercarse a él, su lengua se enredo alrededor de su virilidad, las yemas de sus dedos masajearon sus testículos y Bruno apretó las sabanas de la cama. Sentía como le tomo con fuerza en su boca, le saboreo completamente alrededor, experimentando como su lengua le excitaba totalmente, al sentir como me frotaba, me acariciaba, me provocaba.
Su pequeño felino Sí tenía mucha hambre.
Bruno lo comprobó hasta el momento en que sus labios, su boca, le cubrieron completamente, le humedeció cada centímetro de su piel. Especialmente cuando introducía su miembro hasta el fondo de su garganta.
Quiso gritar, quizo gemir, pero su voz Abbacchio se la robaba, al sentir como acelero el paso cada vez más, sus manos le seguían provocando, su boca le seguía acariciando. Ambos lo estábamos gozando totalmente.
-Eres perrr-fec-to- trato de hablar Bruno, pero hasta su respiración se le descontrolaba, la voz me temblaba –Abba… Abba… Ch-Chio… voy a… a… Ahh- quiso avisar, pero no pudo soportarlo otro instante más. Los nervios se le alteraron, su cuerpo se estremeció y se dejo venir en su boca.
El corazón de Bruno retumbaba con fuerza en su pecho, le faltaba el aliento pero ambos estaban fascinados. Parecía que aquel objeto dentro de su cuerpo, lo excitaba demasiado. Y lo confirmo al oírle ronronear nuevamente, mientras con sumo atrevimiento Abbacchio limpiaba aquel desastre entre sus labios. Toda evidencian que había escapado del cuerpo del Bruno, Abbacchio la saboreó en sus labios.
Alzo su rostro, gateo sobre el y con descaro volvió a besar su cuello, lamió su mejilla y terminó besando sus labios.
-¿Te gusto?- le sonrió
-¿Tu qué crees?- le contestó. Mientras tenía una sonrisa al rostro, y solo le tomo del cuello ahorcando con una fuerza sutil para hundir su rostro a sus hombros y dar una sutil mordida. Abbacchio gimió.
-¿Qué tal si ahora, yo tomo mi premio?- hablo en un tono provocador, empujando a Abbacchio de espaldas, tomándolo de las piernas para darle media vuelta. Nuevamente lo ponía en cuatro, y la cola de gato, se atrevió a girarla en su interior.
-No te escuche- dijo Bruno en un tono de autoridad, Abbacchio ronroneo.
Se arrodilló detrás de el, tiro de uno de los listones de aquel traje, para descubrir su espalda semidesnuda y beso a beso, corrió desde su cuello, hasta su cadera. Sus labios recorrían esa piel suave que estaba excitada, tensa y caliente. Bruno extendió sus manos al frente de su pecho, y se atrevió a presionar sus pezones para oírlo suspirar, entre cada beso que corría sobre el
Bruno no evito imaginar que el también podría probar a su pareja, que también le diera de comer pero el quería algo mejor. Así que corrió sus manos, de su pecho hasta su erecto, le masturbo con una mano y con la otra quitó aquel juguete, escuchando de nuevo a Abbacchio gemir.
-Bru…. Bruno- suspiro el albino, sintiendo sus piernas y brazos temblar. Sentia que las fuerzas huían de su cuerpo, y el placer hacia presa de el. Estaba listo, no necesitaba nada más.
Entro a su cuerpo, lento y suave. Abbacchio cerro los ojos, se mordió los labios y Bruno tocó fondo, abrazándolo por la espalda e intento besar sus labios para calmar la ansiedad y poco a poco lo empezó a montar.
-Te quiero- murmuro a su oído, después de besarlo, a la vez que se movía cada vez más y mas.
No pudo creer que a pesar de haber tenido un juguete. Abbacchio se sentía tenso, apretado, pero su cuerpo estaba tan caliente que a Bruno le encantaba. Se despegó solo un poco, para quedar de rodillas y con fuerza, rudeza y tirando de la coleta de su cabello. Se atrevió a montarlo cual caballo se sube a su jinete.
Rogaron por aire, cerraron los ojos y disfrutaron de la fricción, de un cuerpo contra el suyo
-Mas- pidió Abbacchio , y Bruno se lo cumplió. Aumento más y más la velocidad, sentía su cuerpo sudar, el calor aumentar y aquel líquido intentaba brotar. Bruno aceleró, Abbacchio gimió para el. En cada movimiento pidió y pidió que no parara hasta acabar.
-Mmaaahh- se dijo una palabra que nadie entendió y no pudieron aguantar. Dejaron que la ola del orgasmo los invadiera, ambos se estremecieron de placer, sintiendo como un toque eléctrico recorrer cada centímetro de sus cuerpos.
Se dejaron caer ambos a la cama, seguían temblando sutilmente pero sabían que era normal, era un síntoma, una señal de que todo había resultado de maravilla.
Bruno se abrazó a Abbacchio, al sentir como le tapó con una sábana el cuerpo desnudo. Ambos estaban exhaustos.
-Buenas noches- hablo el albino, dando un sutil beso a su cabello. Fue Bruno esta vez quien ronroneo.
-Buenas noches gatito- le contesto, Abbacchio se dio cuenta que aún tenía esa ropa puesta, pero no le importo.
Ahora solo necesitaban dormir los dos.....
Sorry. No me fusilen tan feo.
1-No se me dan los finales
2-Es la primer vez que pongo a Abbacchio sumiso
:(
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BruAbbaWeek LATE NSFW 2019
FanficNo podía quedarme con ganas aunque admito que esto está RETRASADISMO. Sorry. TODO ES ADULTO ; Descripción, lenguaje, situación, etcétera. Así que recomiendo discreción. Creditos de imagen a sus respectivos dueños.