LOS CINCO

Capítulo Segundo ''Invitado Especial''

Pasaron los días, Lily y yo nos concentrábamos en estar juntos. En varias ocasiones me ayudó a recordar más cosas. Mi madre y mi padre desaparecieron una noche de invierno. Ogren mando a algunos Hunters a mi hogar en mi búsqueda. Desafortunadamente ese mismo día había ido de paseo con Santiago e imprudentemente deje a mi familia sola. Mi hermana trato de detener a la oscuridad esa noche pero... Los Hunters eran mucho más poderosos. 

—¿Seguro quieres verlo?—Me dice bajando la mirada.

—Seguro.—Sonrio para darle seguridad.

Mis padres eran civiles, por lo tanto la única que tenía una gema era mi hermana. Me esneño como después de una larga tarde de estar con Santiago, llegué a mi hogar. Las puertas estaban rasgadas y las ventanas hechas añicos. Mi hermana estaba adentro, al pie de una rosa gigante ya sin pétalos. «Intente lo que pude, en serio... Trate de hacer una rosa más grande para que cupieran mis padres pero no lo logre, después... cuando conseguí poder liberarme de esos pétalos rígidos... Mis padres no estaban... Oliver, lo siento...». Esas palabras siguen retumbando en mí ser... Se escuchaba tan impotente... Pero mi enojo fue mucho más fuerte... «¡¡ERES UNA ESTÚPIDA!!. ¡¡Tienes una maldita piedra mágica y no sabes usarla!, debería darte vergüenza.» Le respondí. Ni siquiera fui capaz de comprenderla. Después de ver ese recuerdo, me sentí la persona más idiota del mundo.

La tarde de la batalla del bosque solitario, fue un par de semana después de que Ogren mando a los Hunters a por mí. Han pasado tres meses desde aquella pelea y apenas ayer regresamos la zona de guerra. No había rastro de Santiago, por lo que suponíamos que el Hunter se lo había llevado. Más tarde nos enteramos por Helena (la chica medico que había salvado el brazo de mi hermana) que el Hunter que nos atacó tenia la habilidad de convocar animales de energía. Helena contó que apenas llego la Onyx, una sombra negra salió de la mano del Hunter, convirtiéndose en una pantera gigante cuya fuerza era impresionante. La pantera tomo a Santiago por la pierna, y lo arrastro por el suelo. Adentrándose en el tupido bosque.

Mi hermana entonces recordó como se hizo la herida en el brazo. Intentó tomar de la mano de Santiago para así tratar de evitar que la pantera se lo llevara, pero este le dio un zarpazo. 

Las cosas en la base se habían mejorado, el General Martínez nos prometió un cuarto mejor, yo nunca me quejé por esa habitación en el hospital de la base pero lamentablemente la necesitaban. Últimamente ha habido muchos ataques de Hunters en contra de los portadores de gemas, dentro de la búsqueda de los Jerleys o información de donde pueden encontrarlos.

Lily lloraba por las noches, pensaba que no me daba cuenta pero sus sollozos no me dejaban dormir. Me preocupaba su condición. Estaba consciente que mi familia y Santiago estaban en la oscuridad pero... Era algo que simplemente estaba fuera de mis manos. El General Martínez también prometió entrenarme junto con un equipo de portadores para enfrentarnos a los Hunters, pero no lo había visto en la base desde hacía unos días.

A veces me pasaba un rato recorriendo la base, me di cuenta que tenía varios pisos por debajo. Había tres comedores, dos hospitales, cuatro plazas artificiales, y ni hablar de los cientos de cuartos individuales que formaban colonias alrededor de la base.

De repente salía a la superficie a pasear por ahí, hoy no fue la excepción. Me aproximé a los elevadores de la base. Tenían puertas de acero negro, presioné un pequeño botón con un una flecha hacia arriba encerrada en círculo rojo, al llegar el elevador sonó una campanita y las puertas se abrieron de par en par. Me metí dentro y sentí esa horrible sensación que indicaba que el elevador estaba subiendo. Después de unos minutos, se abrieron las puertas por donde pude salir al exterior de entre unas rocas que los ocultaban.