S.B. - 3

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-¿Ah?- se cuestionó el moreno sentado en al sofá de la sala visualizando con detenimiento la extraña esfera de color oscuro, sin moverse y solo llenándose de preguntas cada vez que sus ojos se dirigían a su figura. Renegó cruzando los brazos, sabiendo muy bien que era de mala educación hurgar en las cosas ajenas y que una vez pasará en fin de semana le tenía que devolver "eso" a su dueño.

Pensar en como le entregaría aquel objeto le daba bastante angustia.

Exhaló con desesperación, apagando el televisor prendido frente a él y dejándose acostar en el mediano sillón azul rey para alzar en lo alto su celular y perder un poco de tiempo en el. Buscando algo con lo que distraerse por unos momentos.

No se sentía seguro estando en su casa últimamente, pero no podía estar todo el día afuera, lo mínimo que podría hacer era distraer su atención en algo más, en un intento de olvidar el mal sabor que le dejaba sentirse vigilado la mayoy parte del tiempo.

Pero por mas que intentase, la tentación llegaba a sus pensamientos vuando su mirada regresaba a la esfera, al fondo de sus ideas se encontraba el querer saber que había.

-Maldición...- susurró extendiendo la mano para volver a tomarlo y mirarlo -¿Cómo se supone que se abre?- se preguntó a si mismo en un susurro, girando su mano para buscar con la mirada alguna parte que fuera la abertura -¿Podría ser?- pensó juntando sus manos en los extremos e intentar girarlos en sentido opuesto, sin lograrlo.

-Mmm... - bufó por su inútil intento, girándose a su lado derecho sosteniendo la esfera a una altura considerable del piso, al cual dejó caer con el mismo propósito, pero obteniendo el mismo resultado. Exhaló con frustración tapando su cara entre la tela del sillón. ¿Qué rayos se supone que era esa cosa? ¿Y por qué intentaba abrirla aún sabiendo que estaba mal en hacerlo?

Repentinamente saber el contenido le generaba curiosidad al igual que una mala sensación, era como si quisiera saber la respuesta y a la vez no. Y tampoco sabía que tan dispuesto estaba en averiguar la respuesta.

¿Tal vez obtendría la respuesta de la extrañeza del pelimorado? ¿O que tal si encontraba algo más? ¿Algo valioso? ¿Algo intrigante? su cabeza parecía sólo echarle más ideas a su curiosidad, la que parecía no saciar hasta saber que sucedía.

Al diablo con todo, aún si era de mala educación meterse en un asunto que no era de su incumbencia, él se sentía con la ansiedad de saber que clase de cosas podría contener esa esfera.

.

-¿De nuevo?- cuestionó uno de esos tantos días en la mañana cuando al preguntar por el paradero del pelimorado la respuesta era negativa.

Aquel chico parecía haberse tomado unas vacaciones que lo estresaban cada vez más, porque lo único que hacia era "pasear" la pertenencia del otro con la idea clavada de querer saber que se encontraba en el interior.

Cabe destacar que nunca encontró la forma de abrir ese impenetrable objeto. Aún cuando lo intentó de todas las maneras posibles que se vinieron a la mente era impresionante que ninguno de sus arriesgados intentos le haya hecho un rasguño al material del que estaba hecho.

Rodó los ojos con lentitud, día tras día lo único que podía hacer era repetirse la misma frase que acabaría con su paciencia "tenía que esperar a que el otro apareciera" regresarle lo que fuera esa cosa y no volver a cruzar palabra con su persona.

Así, varias semanas pasaron con rapidez, donde la idea de que ese chico de palida piel apareciera se veía lejana en sus pensamientos e incluso parecía ser olvidada por su salón, que día tras día actuaban como si ese chico nunca hubiera puesto un pie en ese salón, en pocas palabras, todos parecían haber olvidado que el chico alguna vez existió

Poco a poco la idea que lo perturbaba sobre saber el contenido de la esfera fue cambiando con el paso de los días 

¿Qué diablos había pasado con aquel chico?

No sabía expresar con sinceridad si saber la respuesta lo aliviaba o lo preocupaba con demasía. Y no sabía que tanto tiempo tenía  para buscar una respuesta, no cuando con el pasar de los días se acercaba el festin de comida que harían en la escuela.

Y para el moreno, esa era una buena idea para dejar de generar tormentosas ideas con una cosa que podia ser calificada como simple.


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Muy soso, perdón, pero necesito poner esto en dos partes(?


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