S.B. - 5

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Estaba en plena clase, poniendo todo su empeño por poner atención a lo que su maestro de Química decía, más las palabras de aquel anciano señor sólo lograban confundirlo.

El no era un experto en esa materia, pero si le gustaba mucho cuando estaba en secundaria, aún recordaba como la maestra que le impartió esa materia en aquel tiempo lo había maravillado con cada tema que le enseñaron.

Por ello, ahora sentía que un enorme signo de interrogación se formaba en su cabeza, el palabrerio de su profesor no le encontraba sentido. Por lo que su mente al saber que no entendería se enfocó en otro tema, la extraña pulsera en su muñeca conformada por una gran variedad de cuentas, algunas en forma cilindrica y otras circulares, formando un patrón de uno y uno con secuencia.

Era claro que no era extraña por su apariencia, si no que fue repentino que aquel chico con el que apenas y sabía su nombre se la regalara.

¿Habia sido parte de su intercambio por el pastelillo que se llevo? Lo dudaba
¿O tal vez era un gesto de amistad? Pensar en eso solo lo hacía estremecerse en un escalofrío que recorría todo su ser.

Tragó pesado, sintiéndose estúpido al pensar en cosas que muy probablemente no tenían sentido. Era solo un simple regalo, nada más.

Su vista viajó repentinamente en la dirección al chico que le dio aquel simple regalo, quien parecía tener la misma incertidumbre con la materia ya que su cara formaba expresiones de desconcierto y desentendimiento mientras que tallaba con la goma de su lápiz su cabeza, haciendo conjunto a su expresión confundida.

Así, desde donde el moreno estaba, podría jurar que aquel chico solo era un estudiante más. Pero algo dentro de él no terminaba por conformarse a la idea.

¿Qué debía hacer para calmar sus cuestionamientos? No lo sabía

Pero sentía que debía hacerlo, como si tal vez pudiera encontrar algo más allá de lo que no puede entender.

Recargó su cabeza en su mano, simulando seguir prestando atención mientras seguía con la mirada clavada entre los cabellos mora a la distancia. Pensando en como si quiera podría acercarse a él sin que se sintiera inquieto.

Hasta que una idea cruzo por su mente de forma fugaz. ¡Tal vez y sólo tal vez con hacerle de frente podría descubrir algo! De esa manera no necesitaba interactuar de más, con solo una sola vez que se enfrente descubriría que no tenía nada de que preocuparse y así dejaría de pensar en tonterías.

Era un plan sencillo, sin nada de detalles específicos.

Con aquella idea regresó la vista al pizarrón, viendo como este estaba lleno de formulas químicas.
Lo miro con nerviosismo, sabiendo que se había perdido una clase.

–Maldición– susurró tomando un lápiz para escribir todo lo que estaba en la pizarra antes de que el maestro decidiera borrarlo.

Acabando justo a tiempo, la campana resonó con fuerza dando por terminada la hora, toda la clase suspiro de alivio seguros de que si estaban otro minuto con aquel profesor estrían durmiendo.

Todos se levantaron de sus asientos a empezar un escandalo una vez el mayor abandonó el salón y ese fue el momento preciso para que Bon terminara con sus dudas de una vez por todas,  iba a ejecutar su reciente plan aprovechando que aún nadie se acercaba a este.

–Mmmhh...– carraspeo con fuerza tomando valor, tocando con levedad el hombro de aquel chico para captar su atención –Me gustaría hablar contigo– dijo colocando sus manos detrás de su espalda, tomando una postura seria

–Ya estamos hablando– le respondió sin interés, viendo al moreno con fastidio

El pelimorado estaba trabajando en algo importante y necesitaba tener todo el tiempo que pudiera, pero ir a la escuela parecía ser algo normal entre los chicos de "su edad" por lo que intuyó que si seguía faltando sería notado.

Space Boy ∆BonxBonnie∆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora