El chico misterioso del girasol [REESCRIBIENDO]

20

Un cuaderno se me cayó de las manos y me puse de cuclillas a recogerlo. Tarde, ya lo había cogido otra persona, y era Mikail.

—¿Es tuyo? —inquiere, mirando el cuaderno.

—S–sí—balbuceo nerviosa.

«¡Tonta! ¡Actúa normal!»

—Digo, sí. Es mío.

—Me gusta mucho la portada—señala y me ruborizo.

—Gracias Mika—le sonrío—. ¿Ya tienes el traje para el baile?

—Por supuesto, mi bella dama—hace una reverencia y me río—. ¿Y tú el vestido?

—Sí—asiento.

En ese instante la campana suena.

—Hay que volver a clases, nos vemos Mikail—hago ademán de irme pero él sostiene mi brazo.

Con tan sólo hacer eso, una corriente eléctrica pasa por todo mi cuerpo.