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Mikail.

Me siento en un banco, pensando.

¿Qué estoy haciendo mal?

Quiero decirle, de verdad ya me siento seguro, pero siempre hay algo o alguien que interrumpe mi momento. Dejo caer mi cabeza con frustración entre mis rodillas, y entonces, pasa.

—¿Estás bien?

Escuchar su dulce voz, angelical y tierna, hace que mi corazón grite de felicidad y yo sonría como todo niño enamorado. Levanto mi  cabeza algo apenado, y la veo.

Se ve tan hermosa con su camisa de los 5SOS y unos jeans rasgados, junto con su cabello suelto rojo hasta sus hombros. Sus mejillas coloradas por el sol, sus ojos azules como el mar y sus labios rojos escarlata. ¡Ella es perfecta!

—¿Mikail?

—¡Sí!—exclamo muy fuerte—, digo sí, sí, estoy bien.

¡Qué pena! Ella ríe y luego se sienta a mi lado.

—He tenido que salir de clases porque ha sucedido algo en mi casa.

—Oh,¿qué pasó?—pregunto con el corazón en la garganta.

—Se ha perdido Kira—habla de su pastor alemán y la observo triste.

El chico misterioso del girasol  [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora