Han pasado 200 años después de su despertar. Elizabeth volvía de un viaje a España a visitar la ciudad cuando a la lejanía vio el antiguo castillo del duque en llamas. En ese momento sintió un enorme dolor y desesperación. Todo estaba lleno de inquisidores, cazadores de brujas y vampiros profesionales. Si iba a morir su padre, ella lo haría con el así que se preparó para embestir a los asesinos del duque mas la visión de su hermano sacrificando su vida para salvarla le hizo detenerse, el arrojarse a la muerte segura seria como traicionar su acción.
Lamento a los malditos asesinos y se fue de ahí imponente y destrozada sin esperanza en su corazón. Consumió un sin número de mortales para saciar su sed y su corazón pero nada podía calmarla hasta que recibió una carta desconocida que la guiaba a una ubicación lejana, ya no tenía nada que perder así que se dirigió a aquel lugar. Era un palacio antiguo, romano al parecer pero bien conservado, y al entrar vio a su amado duque y padre sano y salvo, por primera vez en cientos de años sonrió y se llenó de una felicidad infinita mientras corría a abrazarlo como jamás lo había hecho embarrada en lágrimas.
Fue tanta su alegría de ver que estaba "vivo" y a salvo que ignoro por completo que junto a él se encontraba un joven, de unos 20 años. Cuando logro calmarse y tranquilizar su alegría un instinto eléctrico recorrió todo su cuerpo y los vellos de su piel se erizaron, ese olor, era el olor de la sangre de los vampiros y criaturas de la noche asesinadas, el olor de los lirios blancos y la madera tallada, el indistinguible olor de los cazadores de pesadillas, los inquisidores.
Sin mediar palabra se abalanzo furiosa como una bestia hacia el joven que efectivamente vestía aun prendas de su orden y las armas e insignias de los asesinos de vampiros. El chico logro esquivar el ataque con su entrenamiento marcial, la tomo por el brazo y la desvió hacia una pared pero ella desenfundo su arma, un elegante estoque y ataco con la furia de un guepardo acorralado. El inquisidor hizo lo mismo en defensa con su espada plateada diseñada para exterminar a los de su especie, sus espadas chocaron una y otra vez. Ambos eran tan rápidos y tan fuertes como su contrincante pero uno de ellos tenía la habilidad de años de entrenamiento para esas criaturas así que al esperar el ataque frontal de la joven Elizabeth el giro la muñeca moviendo su espada de forma inesperada golpeando el mango de la espada de la chica arrancándole el arma de las manos; pero antes de que pudiera terminar el combate y someterla un puño se dirigió inevitablemente a su cara rompiéndole la nariz y tirándolo contra un muro para después una patada golpear su oído con la fuerza suficiente para tirarlo al suelo, dos pares de poderosas y furiosas garras se clavaron como pernos en sus brazos y sentada encima de el diviso la yugular del joven inquisidor para arrancársela de una mordida.
-Dime ¿porque debería no asesinarte en este momento cazador?¿¡ que haces aquí, acaso deseas arrebatarme lo único que me queda!?
-Debes ser Elizabeth...mi nombre es Alexandros Dreadkai y el duque me dijo que sería tu nuevo hermano mayor...no pretendía hacerte daño pero de todas formas no lo conseguí.
Esas palabras la golpearon más fuerte que cualquier ataque que le hubieran asestado, ¿hermano mayor? ¿Era una burla acaso?. Ella se levantó del cuerpo de Alexandros y se preparó para escuchar la explicación, el joven inquisidor había por fortuna conseguido salvar la vida del duque pues era un viejo amigo del abuelo del muchacho. A cambio de ello en gratitud el duque le ofreció la vida eterna y gran conocimiento, el inquisidor tenía una razón para aceptar que no le quiso contar a nadie por algunos siglos.
Ella odiaba irreparablemente su aroma, su actuar, el como todas las noches afilaba esa horrible espada hecha para matar a los suyos y sobre todas las cosas a esa horrible cruz de plata que representaba todo lo que detestaba, en resumen, odiaba con todo su ser a su nuevo hermano.
ESTÁS LEYENDO
Lazos de sangre (ritual vampirico)
FantasyElizabeth "bloodlust" Victima del poder de una terrible madre, y con una enorme deuda de pagar a su hermano se abre paso entre un nuevo y difícil mundo donde todos desean eliminarla y a lo único que le queda. Alexandros Dreadkai: Un cazador de vampi...