El Diario de Eleonor

Capitulo 2

Capítulo 2

20 de mayo de 2000, NYC.

Querido subconsciente de Elle:

Algún día las personas empezaran a entender los ideales de los demás y aceptar las diferencias de los otros sin llamarlos incomprendidos o locos pero te digo una cosa ese día no es hoy y dudo mucho que sea mañana, en la sociedad que vivimos hay personas estúpidas que si te ven un poco pensativo te preguntan cosas tan estúpidas como “ Estas triste?, Que te hice? O Te sientes mal?” y uno como buen incomprendido le responde con una falsa sonrisa forzada y un “estoy bien” pero lo que ellos no entienden es que no, no estamos bien ya que el mundo está lleno de ignorantes como ellos mismos y de personas que se acomodan en una vida insulsa y plana en vez de ver más allá de un “estoy bien” que no pueden abrir su mente a cosas nuevas y que se encierran en una burbuja de fantasía formada por la misma sociedad, pero que podemos hacer para cambiarlo mi querida e incomprendida conciencia si tú y yo somos los únicos que vemos el mundo más allá de los distintos aspectos de la vida cotidiana, pero según decía mi abuela Lulú que en paz descanse “Si intentamos cambiar el mundo Moriremos en el intento ya que es algo imposible” y nunca nadie tuvo más razón.

 

Nos escribimos después amigo subconsciente.

Elle.

Luego de mi rutina de despeje mental con mi decido empezar con mis tareas las cuales se multiplican constantemente como la plaga – es que los maestros no tienen vida propia – grito alzando los brazos al aires, mi madre entra a la habitación luciendo un sexy pero elegante vestido negro y unos tacones a juego, como siempre la Sra. Sofía Jones luce impecable y poderosa, en su mirada noto que se ha extrañado mi arrebato de hace unos segundos y de seguro viene a sermonearme.

-Eleonor  te encuentras bien, querida- pregunta mi madre al momento que abre completamente la puerta de mi habitación.

- claro mama es solo que estoy un poco atareada- la observo de pies a cabeza- noche de pareja? Me mira con una sonrisa pícara y asiente, se acerca a mí me da un pequeño abrazo, un beso en la frente y me susurro cariñosamente – hay dinero en la cocina, ordena algo ah y no nos esperes- salió por la puerta con un aire de júbilo muy propio de ella.

Vamos Elle hora de hacer los deberes!

Jajaja quien engaño, prefiero empezar a leer un libro o simplemente sentarme en el viejo columpio del jardín a observar a la nada antes de hacer la tarea eso mejor para la noche.

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No puedo creer! Observo el reloj ya es pasada de la media noche y no he tocado un cuaderno y mañana hay examen de biología, esas son cosas tan cotidianas y aburridas que en mi mundo no tiene importancia pero en el mundo de mis padres es primordial que saque buenas calificaciones o no más libros y eso Nunca! Son mi única salvación a este mundo al que no pertenezco así que mejor me pongo a ello.

-Para que usaría esto algún día! – exclamo mientras termino de descifrar unos ejercicios de algebra o unos jeroglíficos con números y letras.

Observo nuevamente mi reloj y veo que falta poco para amanecer y aun no duermo nada mejor tomo una ducha y me voy a dormir o mañana sí que voy a parecer un zombi pero me da igual me vea como me vea mis amigas siempre serán sinceras de lo horrible que me veo.

-ELEONOR MARIE JONES! – eh… Oh no mama!

-Eleonor despierta ahora mismo o iré por ti – salgo corriendo hacia el baño y en menos de cinco minutos ya estoy lista Ni siquiera me detengo en verme en el espejo, siempre me veo igual.

-ELLE – me llama mama desde la cocina.

-Ya voy – grito bajando las escaleras – buenos días – saludo a mis padres y me siento a tomar desayuno con mi preciado libro en manos.

-Que lees pequeña?  – pregunta mi distinguido madre el Sr. Taylor Jones.

Lo miro un momento y pienso si contarle que estoy leyendo un libro de literatura antigua o uno de vampiros, los cuales no soporto.

-La Ilíada de Homero – digo, mi padre me observa un momento y luego sigue tomando de su café, yo simplemente lo ignoro como de costumbre no le importa mucho lo que haga y deje de hacer si no tiene que ver con la escuela.

-Aquí tienes Elle – dice mi madre depositando un plato de pancakes en la mesa.

- Gracias madre – termino mi desayuno y me dirijo a la puerta sin siquiera despedirme de mis padres que aún lo hiciera no me prestarían atención.