Capitulo 3

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Ya con mi lugar en el metro espero a llegar a mi estación cuando un torpe chico pasa a toda velocidad a mi lado dejando caer mi mochila y desparramando mis cosas en el suelo, cuando me inclino para tomar mis cosas veo que el chico se quedó parado a unos metros de mi observándome de lejos sin hacer nada yo solo recojo mis cosas y de mal humor salgo disparada hacia el próximo tren que me llevara a la escuela.

Ya en la tranquilidad del salón de música termino mi proyecto de ciencias y decido saltarme literatura ya que no estoy de ánimo para que el maestro Parker me obligue a responder preguntas que ya se, enfrente de un grupo de ignorantes que no aprecian ni lo insignificante que son sus vidas, pero aun así dudo que alguien me extrañe en el salón de clases ya que con la única persona que hablo es con el Sr. Parker.

A la hora del almuerzo después de unas maravillosas – nótese el sarcasmo – horas de matemáticas, es hora del almuerzo, nunca había deseado tanto que este momento del día llegara pero hoy en realidad necesitaba comer algo.

Después de hacer la fila para mi almuerzo Salí de la cafetería y busque mi refugio en esta cárcel, la biblioteca, amaba estar aquí y pasar horas y horas con esos grandes libros pero el receso solo duraba 30 minutos así que debía apresurarme. Salude a Margo la bibliotecaria, la única persona en este infierno con quien mejor me llevaba y quien me permitía almorzar en su oficina cuando estaba prohibido.

Después de devorar mi sándwich de pavo y leer varias páginas de “crónicas de una muerte anunciada” recomendación de Margo, me dirigí a mi última clase del día, biología.

Creo que para no creer en la suerte estuvo de mi lado esta vez porque el maestro Morgan no pudo asistir hoy así que todos obtuvimos buenas calificaciones, aunque me siento un poco decepcionada por ser de los pocos que estudiaron para este examen pero da igual la vida siempre es así, si quisiera cambiarla me perdería en el intento.

Ya en mi humilde morada decido escribirle una carta a mi subconsciente en mi queridísimo diario, pero antes descubro una nota de mama que dice que llegara tarde y que papa está de viaje así puedo pedir lo que quiera.

23 de mayo de 2000, NYC

    Querido subconsciente:  

Hoy sí que no tengo mucho que decirte ya que cada día mi vida es más monótona y aburrida, necesito cambiar eso ya que ser monótono es ser parte de este mundo y quiero mantenerme alejada totalmente de él, quisiera vivir en esos mundos increíbles donde todos tienen ideales contemporáneos y la mente abierta a ideas nuevas pero creo y lamento bastante es que esos mundos solo existen en los libros y algo aún más triste es que esos grandes autores tampoco pudieron encontrar ese lugar en el espacio donde las personas fuéramos simplemente diferente y eso este bien.

 Otra cosa que creo que es lo único fuera de lo común de hoy fue el imprevisto en el metro en el que ese muchacho arrojo mis cosas y solo me observo mientras las recogía, no es que esperaba que el me ayudara no soy una damisela en apuros pero me pareció extraño que él no hiciera nada como normalmente se comportan los hombres en esas situaciones y como a ti no te puedo mentir querida conciencia, me gusto, me gusto que rompiera los esquemas y que se fuera lejos de lo cotidiano aunque lo admito fue…. Extraño.  

Te escribo luego pequeño, gran libro preciado.

Elle.

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