Las alas Kiyo

Cap 5: La reclusión

Llegamos a la sucursal de la Patrulla Blanca. El edificio era tan grande como un rascacielos y lo suficientemente reforzada como para que le diese dolor de cabeza a los ángeles, ninguna persona podía entrar debido a que todo lo relacionado con armas anti angeles era alto secreto pero aquel día todo cambió.

- Ya hemos llegado, os colocaremos una pulsera para saber dónde estáis en todo momento, si alguien llegase a perderse expondría a todos nosotros a un grave problema por lo que no querais saliros del grupo accidentalmente.

- ¿Cuántos días nos quedaremos aquí?- Pregunté.

- Bastante tiempo

- ¿Y podéis asegurar nuestra seguridad? - Añadió Nero

- Por supuesto

Las pulseras que nos dieron estaban hechas de un metal semejante al titanio, incluía un mapa del recinto holográfico y un número de identificación. Al colocarnoslas se cerraron permanentemente y eso hizo que más dudas inundasen mi mente.

La planta de ciudadanos se encontraba por encima de la residencia de guardias e incluía un comedor enorme y 5 corredores diferenciados con colores.

- ¡Atención todos!

Nos colocaron en fila a lo largo de la estancia con el fin de explicarnos el procedimiento de conducta. Nero, Miguel y Peter estaban a mí lado pero aún así la nuca volvía a molestarme como un mal presagio.

- ¡Como sabéis hay cinco colores, así pues, pasaré a asignar cada color según...

Separaron a la población de París en distintos grupos de los cuales los bebés se disgregaron de los padres en el azul, los niños entre 4 y 13 años se alojarian en el pasillo amarillo, y entre nosotros, los adolescentes, y los adultos iríamos al corredor más alejado de los menores; violeta. Los ancianos al gris, y por último quién estuviese enfermo lo llevarían a la planta verde.

El capitán añadió- Los bebés deben ser entregados a nuestras compañeras, que se encargarán de mantenerlos sanos.

La multitud comenzó a protestar con enojo al igual que yo. No iba a permitir que me alejasen de mis hermanos si es que no existía una razón lógica para hacerlo.
Según mencionaron nos separaron a la fuerza por oponer resistencia.

-¿!Que mierda está pasando?!-Bramé a la vez que asestaba un duro golpe contra la pared.

El habitáculo donde nos encontrábamos tres chicas de la misma edad se componía por dos simples literas y el alumbrado compuesto por una bombilla que solo daba una escasa luz en la esquina izquierda.

-Alomejor es mejor así, estaremos seguros de los ángeles y no faltará comida. - Planteó la más joven.

-¿Estás de broma? Nos han separado a todos,y para colmo mi abuelo está enfermo a saber lo que le vayan a hacer. - Dijo la muchacha de mi lado.

Solo podía ver a Nero en las horas de comidas y bueno, los niños ya ni siquiera les dejaban comer con otros "pasillos"

Había revueltas prácticamente todos los días de grupos rebeldes que buscaban sacarles respuestas a los guardias pero ninguno pudo sonsacarles ni una sola palabra. Ellos solo nos vigilaban en silencio y cuando no lo hacían, utilizaban la fuerza. Así pasó una semana, y yo estaba llegando al límite de mi paciencia.

-Nero tenemos que descubrir que está pasando ahí fuera.

-Estoy contigo, algo no marcha bien en este aislamiento, y en adición a este misterio cada día en nuestro pasillo se pueden notar vibraciones en las paredes. Rut tengo una teoría muy loca.

-Suelta

-Tengo la sensación de que la patrulla Blanca está haciendo algo muy turbio y que está molestando a los ángeles de tal manera que intentan atravesar estos muros. Es una idea muy general y no puedo contar más detalles pero le he estado dando vueltas al tema mucho tiempo. ¿Y si la UICA no sabe nada al respecto de esto?

-¿Estás diciendo que la Patrulla Blanca está actuando a escondidas de la organización?- La propuesta de Nero cobraba sentido en mi cabeza. El percance que tuvo lugar aquel día con la mujer ángel no pudo haber sido obra de la UICA. La organización se dedicaba a encontrar concentraciones de ángeles y matarlos, en cambio, la patrulla solo tiene permiso para vigilar las calles. - ¿Pero para que molestarse en meter a toda la población de París en el edificio?

-Eso es lo que quiero investigar. A la hora de duchas me desviaré del grupo y correré hasta el almacén de alimentos, una vez a salvo me dirigiré al pasillo de niños. En el mapa menciona una sala contigua a la habitación de juegos que parece estar prohibida. - Nero hizo una pausa.

-¿Qué? -Pregunté

-Nada...- Siguió explicando su plan - En caso de que me pillen sal del edificio sin dudarlo.

- ¿Das por sentado que te voy a dejar ir solo a la boca del lobo? Entonces no me conoces bien Nero. Iremos los dos y si nos pillan nos pillan juntos.

- Digamos que te vienes. Los pasillos de mujeres los cierran a las 8 en punto y hay guardias en las puertas, yo tengo la escusa de las duchas porque después de investigar estos días he hallado el plan semi perfecto para llegar a la sala pero si tuviese que sacarte de ahí serías un estorbo.

Sus palabras se clavaron como espinas directas a mi ser pero en cierto modo tenía razón.

-Bien, tú ganas.

Y así terminamos la ración de puré de algo parecido a la patata y la merluza pasada por agua. Tenía mi mente colapsada de los posibles desenlaces que podían ocurrir aquella misma noche.

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1h y media después

-¡Joder atrapad a ese descerebrado!

-¡Como huyan la vamos a cagar y bien!

-¡Cerrad todas las vías de escape!

-¡Oye chica vuelve aquí o te pego un tiro!

-¿Sí? ¡Inténtalo si puedes!

- Maldita sea este trabajo...

- ¡Oye Julio atrapa a la niña!

- ¡Ven aquí rubia!

- ¡¿Esque no sabéis hacer nada bien Cadetes?! Id a por los desertores YA.

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- ¿Nero por dónde salimos? Este pasillo está cortado

- Subid a mis hombros, rápido

- Aliz, tú primero, debes meterte por esa trampilla y continuar a gatas hasta salir a la calle. ¿Lo has entendido?

-Sí, ¿pero y vosotros?

- Primero tienes que abrirnos paso tú y nosotros iremos después.

- Nero sube después de Loui para que no retrases al grupo, nosotras las chicas somos más ágiles para entrar por el conducto, en cambio tú y el chico sois más lentos.

- Está bien

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-¡¡La tenemos!! Atadla bien fuerte y taparle la boca, nos la llevamos con el Dr. Joseph.

Continuará....