Sebastián había contratado a uno de sus amigos para la posición de cajero en la tienda que administraba, y este había hecho de asaltar la caja registradora un hábito semanal, así como robar del inventario y abandonar su puesto de trabajo —siempre que era el único a cargo— para hablar con su novia en el salón posterior.
La discusión subida de tono que Sebastián tuvo con él en su oficina no pareció satisfacerlo. Una vez que la jornada laboral concluyó, decidió pasar por el departamento de su amigo. Llamó a la puerta y, cuando al fin fue recibido, su amigo palideció y trastabilló, jadeando sin aliento.
Sebastián no se sorprendió, en realidad, pues estaba bajo la impresión de que su amigo debió de haber asumido que trajo a la policía. Y eso pensó hasta que se permitió entrar al departamento y pudo dar un buen vistazo a su reflejo en un espejo.
O, al menos, a las partes de él que aún eran reconocibles luego del disparo de escopeta que su amigo le dio al final de aquella discusión.
ESTÁS LEYENDO
CREEPYPASTAS.
HorrorRecopilacion de algunos creepypastas tanto cortos y largos. Clasicos y nuevos.