PARTE I

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Demasiado grosero para ser bueno: me suicide un 13 de abríl Parte 1





Hace tiempo ya que había estado planeando mi suicidio, claro que por aquellos días 'planear' significaba buscar en Google, y por 'bastante tiempo' me refería a un día o dos. Quitarse la vida estaba de moda entonces, aún así el menjurge casero de Google no terminaba de convencerme y decían que inyectarse aire dolía como un hijo de puta clavándose en tu alma, y que era como perderse a uno mismo antes de morir.

Así que salí a caminar para tratar de usar mi cabeza en algo más que sostener mis orejas y modelar mi descuidado cabello lacio. Pero, tratando de pensar, yo era un perro caminando por el borde de la acera, esperando que algún tipejo manejando un autobús me refrescará, al pasar a toda prisa sobre uno de esos baches llenos de agua en Bogotá. Mi cabeza iba a explotar, ya sabía cómo iba a matarme, pero quería saber si quería querer, me dejé dejarme dudar y me pregunté por qué me quería suicidar. En eso pasó un tipejo manejando un autobús a toda prisa y su afán me aventó; al cuerpo, los tenis y a la cara de colibrí, un charco que acabé llevándome en la ropa para la casa. Estrujé la ropa tratando de no lastimar al charco, quien caía sobre un traste viejo que hacía mucho usaba para comer un montón de palomitas de maíz, eso cuando yo era feliz. El charco me preguntó por la razón de mi melancolía y me dijo tantito amable: por favor no llores.

No estoy llorando, le iba a responder, cuando de repente me di cuenta que estaba confundiendo la lluvia con mi llanto.

Creo que voy a morirme. - le dije al charco.

¿Estás enfermo? - Me preguntó

No, no lo estoy.


¿y entonces a qué te refieres?
- Preguntó.

He querido escapar, le dije, no sé en dónde estoy y siento que ya valí verga, este no es mi lugar, creo que iba o voy a suicidarme, ya no sé.

Te entiendo, me dijo el charco, yo también siento que este no es mi lugar, he querido volver a casa, pero las facultades de mi cuerpo a duras penas me dejan hablar, y además creo que ya ni recuerdo de dónde vengo, no sé quién solía ser. Tal vez soy un poco de basura disuelta en agua, tal vez era un hermoso manantial, tal vez soy los orines de un borracho, no lo sé, solo sé que ahora soy un charco y que estoy hablando con un perro callejero que tiene casa.



Demasiado grosero para ser buenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora