Capítulo 18. El caso de los padres: Jano (II)

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Nueva York, dos días después, 8 de la noche.

La lluvia caía sobre la casa donde los Holmes estaban, John estaba sentado en el sofá junto a Mycroft, Sherlock no había salido de su cuarto, desde que supo lo de sus padres. Su hermano mayor se levantó para pararse frente la ventana, como si eso lo ayudara a pensar. El rubio no podía evitar realizar paralelismos entre ellos, podía notar toda la desesperación de querer saber si aún estaban con vida sus padres, sentía la impotencia de ellos al no poder moverse por su cuenta, y sabía que Sherlock no estaba bien.

Se sintió un poco molesto con Bri por haberse ido, John había intentado llamarla, pero no había contestado. Respiró profundo, no podía seguir guardando silencio, y aparentar que todo estaba bien, sabía que con Mycroft no podría razonar en esos momentos, al igual que con Sherlock, se levantó negando, para tomar su chamarra y salir a caminar.

Arriba, en su cuarto, Sherlock terminaba de inyectarse morfina. Caminaba de un lugar a otro, mientras pateaba colillas de cigarro en la alfombra de su cuarto, murmuraba palabras al azar y por dentro se sentía molesto con todos, sobre todo con él mismo. Se había convertido en detective consultor para poder solucionar problemas de otros pero, los de él nunca se solucionaban. Golpeó la pared repetidas veces, como si ellos fueran su interior, quería matar cada parte de su estúpido sentimentalismo, no quería sentirse mal, no quería dejarse caer, no le hallaba lógica si sus padres ya se habían ido, para qué querer recuperarlos , para qué mantenerlos en su mente mejor dejarlos ir desde ya. Camino hasta el baño, se metió en la tina que había y dejo caer el agua con tranquilidad, su ropa comenzó a mojarse, se levantó tropezándose con él mismo y cayendo de cara en el suelo, sintió como salía un poco de sangre de su nariz, se levantó como pudo para toparse su rostro en el espejo, sangraba no solo de la nariz sino que también de una ceja, ladeo la boca para salir a donde estaba su cama, abrió otra jeringa para volverse a inyectar.

Sintió algunas lágrimas nublándole la vista, tambaleándose llegó hasta la tina donde se metió con un escalofrío, al sentir el agua tocar su piel. Comenzó a temblar, sabía que no era por el frío del agua, la sobredosis comenzaba a hacer efecto, y antes de comenzar a convulsionar un pensamiento se deslizo por su mente "Dónde está Brigette que prometió ayudarme".

A los lejos escuchó unos golpes en la puerta, entonces todo se volvió negro.

Mycroft derribo la puerta, a golpes, al no mirar a Sherlock por ningún lado corrió al baño donde lo hayo comenzando a ahogarse. Como pudo, lo saco de la tina y lo puso en el suelo, donde se movía bruscamente, el mayor de los hermanos metió su pañuelo en la boca de su hermano menor, lo abrazó como pudo aguantando los bruscos impulsos del cuerpo del menor, Kozlov apareció por la puerta, dando un suspiro de sorpresa.

-Llame una ambulancia - Dijo Mycroft con la voz queda - ¡Rápido! - La ama de llaves corrió por las escaleras, hasta que encontró el teléfono fijo.

Mycroft susurraba cosas en el odio de su hermanito, su amado hermano menor.

-Aquí estoy - Dijo con preocupación - siempre he estado aquí Sherly, no te voy a dejar ahora - Lo sostuvo más fuerte sabiendo que era la última sacudida, sintiendo el horrible terror de que no respirara - Vamos mi pequeño pirata, eres más fuerte que esto - El estómago de Mycroft se estrujo cuando no sintió que el abdomen del menor subiese y bajase, lo recostó en el piso de nuevo, comenzando a darle RSP - No, no te puedes ir - Siguió esforzándose, John llegó corriendo al baño como un rayo, se quedó estático al oír a Mycroft - No me dejes, no puedes, eres mi mejor amigo - John se acercó con rapidez apartando al gobierno británico.

-La ambulancia ya está abajo, ya tiene pulso - John miró al hermano mayor, que respiró claramente aliviado.

Los paramédicos subieron a Sherlock a la camilla portátil, lo aseguraron para continuar el proceso en la ambulancia. Mycroft se subió en el auto que Kozlov ya había pedido para el mayor de los Holmes que siguió a la ambulancia.

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