Capítulo 19: El caso de los padres: Radcliffe (Parte I)

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"O conservo mi esperanza, o muero."
Anónimo.
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POV Narrador.

Bri y Sherlock se quedaron hablando un rato más, hasta que la puerta se escuchó en la parte de abajo. Collins observó al menor de los Holmes preguntándole con sus ojos qué iba a pasar.

El rizado, se levantó mientras suspiraba, enfrentar a su hermano mayor, siempre era un reto que le costaba asumir, respiró profundo, en realidad no podía darse el lujo de verlo de menos todo. Sus padres necesitaban que los ayudara y no se iba a detener por el estúpido miedo a su hermano mayor. Observó a Bri, quería transmitirle paz mirándola a los ojos, que ella pudiera sentir como la vez  que la llevó a dar un paseo por Londres.

-Vamos - Su voz fue serena, cosa que hizo que Bri tomase confianza, se levantó asintiendo mientras Sherlock salía del cuarto. Ambos bajaron las gradas sintiendo los nervios hasta en las yemas de los dedos - Mycroft - llamó Sherlock justo cuando puso sus pies dentro de la sala.

-Quién está arriba - El mayor de los Holmes, estaba agotado, nunca había salido a trabajar de campo, e igual que su hermano le parecía que Wood era un inútil - Sherlock te pregunté quién esta contigo.

-Yo - susurró Bri al entrar y dejarse ver, el rostro de Mycroft se levantó con una lentitud aterradora, clavando su mirada furiosa en los ojos cafés de la pequeña, un nerviosismo traspaso el cuerpo de Collins haciendo que ella retrocediece unos pasos.

- Qué hace ella aquí - Dijo el mayor de los Holmes con la voz pausada, y los dientes apretados - Ella no tiene derecho a estar aquí.

-Mycroft - Sherlock se fijó que no estaba Wood - tú y yo sabemos que Wood no es alguien apto para el trabajo.

-Ni Collins, acaso has visto. No llegamos con ella a nada tampoco - Sherlock bufó - además ella ya no está en el caso.

—Mycroft — Susurró Gorrión — yo no intento retrasar las cosas, sólo quiero que salgan bien y poder encontrar a sus padres — El gobierno británico bufó con las cejas fruncidas, se levantó de su asiento y comenzó la marcha hacía la pequeña — Sólo te pido que confíes en mí — Susurró, Mycroft no detenía sus pasos, hasta que Sherlock se puso al lado de ella.

—Si tú no quieres trabajar con ella, entonces, yo lo haré, y no dudo que John también lo haga — El rubio asintió levemente — Déjala en paz — Los ojos de los hermanos se encontraron subiendo la tensión del lugar.

— John los observó — Razona Mycroft — Mycroft se paró en seco — Brigette se está ofreciendo para ayudarnos — Sherlock no apartaba su vista de su hermano — Y no creo que sería malo aceptar su ayuda.

—Cállate John — Dijo desviando su vista al ex militar — Esto es un capricho de Sherlock.

—¿Capricho? — Sherlock respiró — ¿Quién es el verdadero caprichoso aquí? ¿Yo? O ¿Tu qué no puede actuar de forma madura?

—Despierta, ella sólo te usa, para poder estar aquí — Brigette frunció su ceño con evidente molestia.

— Mycroft — Sherlock habló tan serio, que el miedo se evaporo en su pecho — No estamos en condiciones de querer seguir nuestros deseos personales — El hombre regordete se sintió confundido con la repentina actitud de su hermano — No hay opción, ya no más.

—No creo una sola palabra — Bri entrecerro sus ojos, y luego dió un paso adelante.

—Escúchame — El tono sereno, frío y calculador lo hizo recordar a la niña que se paró delante de él cuando había querido hacerle una cirugía estética — no tengo por qué mentirte, ni quiero hacerlo, quizá no sea la única pudiendo ayudarte, pero sí de la única que sabes cómo trabaja, y aunque te duela, debes trabajar conmigo solo por esta vez, yo me iré después del caso.

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