Joel no lo puede creer.
Ahora que tiene a la llorona frente a él y hablándole a él, nota que en realidad es un chico. La expresión de sus ojos ha cambiado, y por alguna razón que aún no entiende ya no lo asusta.
En realidad se ve bastante vulnerable, sus ojos hinchados y rojizos, su cabello sin brillo y su piel pálida.
-¿Erick?- pregunta esperando que le confirme.
El ojiverde asiente lentamente con la cabeza y de repente parece intimidado.
-Para ser un fantasma te ves bastante real.
-¿Qué?- Presunta sorprendido.
-Sí, ya sabes. Parece que tuvieras piel y todo lo demás que tenemos los humanos.
-Es porque soy humano idiota.
-Me estás jodiendo- dice riéndose, pero se calla al verlo completame serio.
-¿Estás hablando en serio?
-Sí.
El rizado lo mira fijamente por algún tiempo como examinándolo.
-¿Por qué me miras así?- le pregunta al ver qué se ha quedado observándolo.
-Es que... Se supone que eres la llorona- responde sin salir de su asombro.
Ahora el que se ríe es Erick.
-¿No te enseñó tu mami que la llorona es solo una leyenda?
-Tú... vienes todas las noches y... eres escalofriante... ya sabes- le dice masajeando su nuca.
El ojiverde deja de reír.
-¿Doy miedo?- pregunta haciendo un puchero.
Joel quiere decirle que sí, pero justo en este momento se ve demasiado adorable.
-Pues, dabas miedo.
-Oh, lo lamento. No era mi intención- dice colocando su mano en el brazo del rizado.
-Estás helado- comenta retirándose del contacto.
-Hace frío aquí afuera- murmura abrazándose a sí mismo.
Joel piensa por algunos minutos en qué es lo que debería hacer y por qué no es correcto dejarlo entrar, pero el muchacho está temblando.
-¿Si te dejo pasar prometes no atentar contra mi?
-¿Qué clase de pregunta es esa?
-Una que le haría a cualquier desconocido.
-Bien, lo prometo.
Abre la puerta totalmente para que el chico entre y cierra inmediatamente están ambos dentro, de todas maneras parece ser más alto y fuerte que Erick, eso debería bastar para defenderse.
Quiere empezar a hacerle preguntas pero nota los espasmos en el cuerpo del chico debido al frío.
-Iré por una manta, quédate aquí.
Se retira rápido para no darle oportunidad al muchacho de pensar en algo, pero cuando regresa lo encuentra parado en el mismo sitio que estaba.
-Ten, puedes sentarte ahí- le indica señalando un pequeño sillón al que ha logrado quitarle el forro.
El ojiverde toma la manta y se sienta en el sillón encogiendo sus piernas para darse más calor.
El rizado pone a tibiar un poco de leche y cuando cree que está lista, la vierte en una taza y se la lleva a Erick.
Se siente orgulloso de sí mismo cuando ve que Erick se la toma sin problemas, ni muy fría, ni muy caliente, sólo lo suficientemente tibia.
-¿Vas a decirme por qué vienes todas las noches?- pregunta viéndolo agarrar la taza con ambas manos.
-¿Tengo qué?
-Creo que es lo justo, después de perturbarme por dos noches seguidas.
-Bien, lo haré en cuanto termine mi leche.
-Por cierto, soy Joel.
Erick asiente sonriéndole levemente.
👻
Les quiere:
Lía. ❤️
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LA LLORONA <<Joerick>>
FanfictionJoel se cree muy valiente, pero descubre que no es así cuando al mudarse a su nuevo departamento escucha los lamentos de la llorona.