Joel está frente a Erick esperando que termine su leche. Quiere hacerle muchas preguntas pero cree que tal vez podría esperar un poco más hasta que el chico se haya duchado.
-Bueno, ya terminé- dice el ojiverde limpiando su boca con el dorso de su mano.
-Necesitas ducharte- le dice quitando la taza de sus manos -puedes usar el baño que está al final del pasillo.
-¿Huelo mal?- pregunta levantando sus brazos y oliendo sus axilas.
Joel sonríe ligeramente.
-No, solo creo que te vendría bien.
Erick se dirige al baño y entra en la bañera luego de quitarse su gastada ropa, abre la llave y salta hacia afuera gritando luego de que el agua fría salpique su cuerpo.
El rizado corre al baño a ver qué sucedió y se detiene en seco al ver al ojiverde totalmente desnudo a un lado de la bañera.
-¿E-estás bien?
-Está fría- responde haciendo un puchero.
Joel cierra la llave del agua fría y abre la del agua caliente.
-Ya no lo está- dice haciendo su mayor esfuerzo por mantener su vista en el rostro del chico.
-Ya no quiero bañarme- niega con la cabeza.
-¿Por qué no?
-No sé usar este baño- contesta apenado.
Joel cierra la llave cuando hay suficiente agua en la bañera y le explica cómo usar cada cosa. Sale del baño rápidamente antes de que la incomodidad en sus pantalones crezca.
No debe ver a Erick de ese modo, es un completo desconocido que además lo cagó del susto durante dos noches.
Se sienta en la sala a esperar al ojiverde, necesita respuestas.
Erick permanece callado y Joel lo mira dándole a entender que está esperando que explique.
-Era padre de dos hermosos mellizos de tres años- dice por fin y su voz cambia automáticamente -el idiota que me los hizo no los quiso cuando supo que existían.
Joel nota el temblor en la voz de ojiverde y quiere hacer que se sienta mejor pero no sabe cómo.
-Fui pendejo por dejarme embarazar, pero el otro idiota hizo algo bien, me dio lo mejor que tenido en mi vida.
Joel escucha con atención.
-No sabía nada de ser padre, lo aprendí todo por ensayo y error. Pero hay errores que no se pueden reparar.
Sus ojos se cristalizan.
-Yo nunca he tenido suficiente dinero, pero un día me faltó más de lo acostumbrado. Mis bebés tenían hambre, así que con lo que tenía en mi cocina preparé un caldo para ellos sin saber que había un ají picante allí.
El rizado pasa sus dedos pulgares por las mejillas de Erick secando las lágrimas que se han escapado.
-Ellos eran alérgicos al picante- dice débilmente -me entretuve en los quehaceres, yo creí que estaban tomando su caldo y cuando fui a vigilarlos ya respiraban con mucha dificultad. Sus boquitas estaban hinchadas por dentro y estaban perdiendo el conocimiento.
El rizado solo lo mira sintiendo una incomodidad en su pecho porque aunque no es padre, ya supone como terminó la historia, y le duele.
-Corrí como pude a un hospital, pero cuando por fin llegué ya no tenían signos vitales- comenta estallando en llanto- yo los maté.
-No, no es así- dice Joel tomando sus manos entre las suyas.
-Ellos murieron por un caldo que yo preparé con mis propias manos. Si yo hubiera estado pendiente habría notado el ají picante.
-No fue tu culpa, fue un accidente Erick- dice Joel suavemente tratando de reconfortarlo.
-He sido la persona más infeliz desde entonces. Salgo de noche buscando un puente del cual lanzarme para que no hayan personas que lo eviten, pero cuando estoy en la baranda me acobardo.
-No Erick, ¿Por qué?- pregunta acunando su rostro en sus manos.
-No puedo vivir sabiendo que maté a mis hijos.
-No lo hiciste Erick, todo fue un accidente- dice mientras lo acerca a su pecho apretándolo fuerte.
-Lamento si te asusté, fue la única casa donde vi luces en el interior. No esperaba que me atendieras, yo, no quería estar solo.
-Tú no lo sabes pero viniste por ayuda Erick, y yo te prometo que voy a dártela.
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Les quiere:
Lía. ❤️
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LA LLORONA <<Joerick>>
FanfictionJoel se cree muy valiente, pero descubre que no es así cuando al mudarse a su nuevo departamento escucha los lamentos de la llorona.