VIII

262 31 10
                                    

Los hombres llevaban a las chicas hacia una habitación, le habían tapado los ojos con vendas para que no pudieran ver donde se encontraban, el hombre las empujó a través de una puerta y les quitó las vendas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los hombres llevaban a las chicas hacia una habitación, le habían tapado los ojos con vendas para que no pudieran ver donde se encontraban, el hombre las empujó a través de una puerta y les quitó las vendas. Pudieron mirar dónde estaban y la vista no era agradable, había escombros por todos lados y aparte la habitación estaba oscura, no podían ver casi nada.

— Será mejor que se acostumbren — El hombre gruñía mientras salía — aqui estarán bien por un tiempo — termina diciendo trancado la puerta y pasándome el seguro, Amanda observó a su lado notando que había un muchacho tirado en el suelo, estaba herido y aparte lo tenían amarrado, se levantó y se dirigió hacia donde él. Pudo observarlo mejor y notó que tenía heridas en la cara debido a los golpes que le dieron los sujetos.

— ¿Puedes hablar? ¿Te sientes bien? — le preguntó, el chico gimió un poco y asintió  — ¿cuantos días tienes aqui? — hace otra pregunta un poco menos desesperada.

— No menos de dos días — logró responder el joven con un acento un poco raro — soy Mathias ¿y ustedes? — pregunta acomodándose gracias a Amanda que lo ayudaba a sentarse.

— Yo soy Amanda y ellas dos Stephanie y Elena — responde señalando a sus amigas, estas le devolvieron una media sonrisa —  ¿de donde eres? — le preguntó.

— Soy de Chile — responde con un quejido debido a una herida por el tórax — Estaba de vacaciones aquí en Venezuela con unos tíos, ya la historia continúa con lo que todos hemos estado viviendo  — Amanda solo lo observaba ya que entendía muy bien lo que quería decir, no había necesidad de que terminara de contar la historia. Lanzó un suspiro y de su bota sacó una pequeña navaja cortándole la cuerda liberando las manos de  — luego de haber salido de caracas decidí tomar la ruta hacia Maracaibo, tomé la autopista cuando estos locos me interceptaron, me quitaron mi moto y otras cosas mas — termina diciendo quitándose la cuerda.

— No pudimos ver cuántos hombres eran, nos trajeron con una venda... — Responde Elena caminando hasta ellos.

— Hay que buscar la manera de salir de este lugar — dice más atrás Stephanie, Amanda se volvió hacia ella y asintió, no sería fácil, la única idea que tenían era comenzar a formar un plan de escape.

— Hay que buscar la manera de salir de este lugar — dice más atrás Stephanie, Amanda se volvió hacia ella y asintió, no sería fácil, la única idea que tenían era comenzar a formar un plan de escape

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Crónicas Z: La InfecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora