Su pecho se volvía más pesado con cada inhalación y exhalación. El mundo en su interior estaba quemándose, convirtiéndose en cenizas.
Decidieron posponer el viaje al siguiente pueblo para que Tweek terminara de acomodarse a su nueva realidad y reuniera fuerzas, consideración de su amigo, así que Mike le preparó una cama cerca del fuego, y tendió al niño dormido luego. Craig lucía disgustado ante la última parte. Terminaron los restos de la sopa y uno a uno fueron cayendo. Primero Mike y después Cartman con Craig, quien simplemente parecía querer alejarse. Tweek fue el último decidir acostarse, dejando que el calor de las llamas golpease la piel de su rostro, y una vez que lo hizo, le costó encontrar algún indicio de somnolencia. Tweek oteó las estrellas y mordió su labio inferior, sintiendo vagamente el cuerpo pequeño y cálido cerca de su torso, envuelto en piel de ciervo.
Le costaba procesar las palabras de Mike. Sobre una realidad sin Bebe, ni la villa. Sobre un abandono y un lugar que quedó paralizado en el tiempo.
El bebé —Razamaru, Amaru—, se acurrucó bajo su brazo extendido y aplastó la cara contra las cicatrices de su pectoral, suaves suspiros o ronquidos salían de su boca semi abierta. La mata de pelo amarillenta le hizo cosquillas a Tweek y por un momento, el peso lacerante en su pecho se ablandó.
La historia estaba algo desarmada en su cabeza, pero comprendía los puntos principales. El viejo árbol había fallado, de alguna manera, aunque sonara fantasioso, y había capturado en su estruendoso estallido, y muerte, a todos los bárbaros que estaban dentro de la barrera, lo que incluía la villa y la cueva del jefe. Podía haber capturado a Mike también si no fuera porque escapó momentos antes, con el recién nacido en brazos, entre llantos escandalosos y rastros de sangre que no les pertenecía. El niño lloraba como si intentara espantar a todo ser viviente que los rodeara y Mike no vio, escuchó o sintió la onda expansiva.
El bosque se hallaba en silencio, plenamente quieto, en el instante en que Mike alcanzó la cueva de Tweek. El llanto del bebé seguía siendo el problema que le prohibía oír lo demás, incluso escuchar su propia voz, o el viento a través de las ramas. No vio a Bebe, no vio a Tweek, pero encontró a Cartman, y Cartman le dijo dónde estaba Tweek y Bebe.
Ella había decido dejarlos atrás. Era doloroso pensarlo así; el pecho le pesaba, le dolía el estómago. Y la deseaba ahí, junto a él, al otro lado del pequeño cuerpo del bebé, compartiendo su calor. Que conociera al pequeño, que le ayudara a decidir un nombre, a criarlo como ella quisiera. Si cerraba los ojos y se concentraba lo suficiente, tal vez pudiera sentirla.
—Pareciera que estás a punto de llorar.
Sus músculos se contrajeron, aguantando el miedo inicial. Tweek abrió los ojos y miró la tensa y derecha figura sentada de Craig.
—¿Tu... no estabas durmiendo junto a, ehm, Cartman?
—El niño se va a despertar.
Bajó la vista al rostro medio oculto por las sombras, apretado contra su piel, plenamente dormido.
—En unos instantes más —agregó Craig al ver su confusión.
—¿Cómo puedes saberlo?
—No es algo que esté haciendo por voluntad. Levántale el pelo, ahí está la evidencia.
Despacio, Tweek buscó lo que fuera que estuviera buscando. El pelo del niño no era abundante, pero era lo suficientemente desordenado como para incomodarlo en la torpe búsqueda. Luego de los instantes iniciales y no encontrar algo, Craig le sugirió que levantara el cabello que estaba más cerca de la oreja derecha. Y ahí, justo sobre la punta de la oreja, se hallaba una marca un poco más oscura que la piel. Casi parecía una quemadura. El pensamiento lo espantó.
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Las promesas de un bárbaro [South Park/Creek]
FanficThe Stick of Truth AU. Como un bárbaro nacido en Norte, Tweek pertenece a una villa protegida por un viejo árbol que genera una barrera mágica que los protege del peligro natural de su tierra. Al ser descendiente de una especie creada para luchar t...