Las promesas de un bárbaro [South Park/Creek]

Estilos de manipulación

Tweek evitó que un jadeo saliera, bajando el brazo. A su lado, Craig seguía jugando con Razamaru, desinteresado de la pelea.

¿Cómo...?

—Eso estuvo cerca, no me esperaba tal velocidad, pero sabes, el último clavo en el sarcófaco es cuando enalteces tus propias habilidades —le advirtió Jun, agachándose a tocar la espada. Arrastró su yema oscura por el mango, interesada y atenta a sus propios movimientos—. Realmente eres como un niño, le agregaste peso.

Desde su posición aún sentada, Mike elevó el rostro. Fue una sorpresa para Tweek advertir que sus facciones, que esperaba siendo molestas, expulsaban ansiedad enérgica que poco tenía que encadenarse con el temor o la pena. Mike parecía alguien listo para una siguiente ronda, más que alguien que acababa de ser derrotado i humillado, y eso, fue realmente inesperado.

—Si no lo hago, es probable que mis pies me alejen de aquí.

Jun se encogió de hombros, pero sonreía con orgullo no dirigido a sí misma. Y Tweek se preguntó si Mike estaba hablando de la espada.

—Otra cosa de bárbaros, supongo —dijo en un tono de voz tan bajo que a Tweek le costó oírla. Jun volvió a levantarse, apoyando una mano en la cadera y apoyando el peso en un pie—. De todos modos, ahora debes responder a mi primera duda.

—Como quieras —aceptó Mike, frotándose la mejilla enrojecida. Murmuró un; duele, y observó detenidamente la distancia que los separaba. Sus cejas se arquearon en la mitad, confundidas, antes de volver a la expresión dolorida cuando frotó demasiado fuerte. Con la mano libre se apuntó la marca azul con forma de espada que estaba debajo de sus costillas y elevó el tono de voz—. Funcionan como los contratos con nuestro líder, prometemos lealtad e unidad y nos concentramos en esos conceptos mientras él bebe de nuestra sangre. Nadie conoce las forma, la cantidad o el patrón de los shédias antes de obtenerlos, y nuestros deseos no pueden influir en ellas. Sirven para repeler magia protectora o defensiva de zonas, activar la telepatía y la resistencia del cuerpo, así podemos pasar días sin comer o beber agua, aumentar la resistencia del escudo epitelial, la estamina y la resistencia al frío o calor extremos.

—¿Funcionan incluso si estás inconsciente? —lo interrumpió Jun.

—Sí, no dejan de funcionar incluso si el portador muere, por lo menos los primeros días. Cuando su magia deja de afectar el cuerpo de un bárbaro... —apretando los labios, con algo parecido a la frustración calentando sus gestos, los ojos de Mike se posaron en Tweek apenas una fracción de tiempo antes de repasar la figura altanera de Jun— se vuelven negras.

Inconscientemente, Tweek separó los labios, pero no tenía algo que decir, así que fue inútil y poco necesario. Jun se movió y con el dedo anular apuntó en su dirección sin mirarlo.

—No creo que los bárbaros encontraran un truco de resurrección, y hasta donde puedo ver, el otro idiota no está muerto.

Molesto por el insulto, a pesar de no estar dirigido para sí mismo, Mike hizo una mueca. Se levantó lentamente.

—No entiendo demasiado las marcas de Tweek —comentó—, pero el negro siempre se ha significado lo mismo para nuestra villa. Entonces, cuando alguien infringe una regla o su presencia es un peligro para los habitantes, se lo somete a una forzada expulsión, y se le dejan marcas negras, pero... las que tiene Tweek son diferentes a cualquier otra que yo haya estudiado o visto.

Jun entrecerró los ojos, pensativa, y se llevó la mano con la que anteriormente había apuntado a Tweek a la barbilla. Con los dedos acarició los bordes pronunciados de su mandíbula, consecuente a que sus pupilas advirtieran algo en la posición rígida de Mike, antes de sonreír con gusto. Incluso en esa posición distraída, ensimismada en sus pensamientos, lucía como un depredador a punto de saltar sobre su presa.