·ten·

334 50 2
                                        

Después de una tarde exclusivamente para ellos dos, regresaron al hotel ya que estaba oscureciendo, y se podría decir que no conocen a la perfección la ciudad.

Una vez llegaron al hotel, fueron directamente a la zona de la piscina, ya que al ser de noche, esta permanecía iluminada y daba unas vistas bastante agradables.

Ambos jóvenes decidieron sentarse en el borde de la piscina, no sin antes quitarse los zapatos.

Una vez hecho esto, empezaron una charla bastante amena.

Estuvieron una media hora hablando de todo lo que les había ocurrido antes de conocerse, es decir, hablaron de básicamente, toda su vida, aunque saltándose algunos puntos los cuales no les gustaba recordar.

Los dos chicos estaban muy felices de haber encontrado a alguien como el contrario, ya que se entendían a la perfección y sabían que el otro siempre estaría ahí, incluso cuando estas vacaciones llegaran a su fin.

-Minho.-llamó Jisung al mayor de los dos. El pelinegro le respondió con un movimiento de cabeza para dar a entender al menor que lo estaba escuchando.-¿Qué hora es?-

-Las 12, ¿por qué lo preguntas? ¿te tienes que ir ya? No quiero que te vayas ya.-dijo Minho con rapidez. A Jisung le costó procesar todo lo que el mayor le había dicho, pero en cuanto procesó toda la información, le contestó con una sonrisa.

-Tranquilo, no me tengo que marchar aún. Podemos estar más rato juntos.

-Genial.-respondió el pelinegro dirigiendo su mirada a los ojos del menor.

-Se me ha ocurrido que mañana podríamos ir a desayunar juntos, ¿te parece?-le propuso el pelinaranja a Minho.

-Me parece una gran idea.-respondió Minho mientras que una sonrisa sincera se asomaba por sus labios

-¿A qué hora podríamos bajar?-volvió a preguntar el menor, a lo que Minho se mantuvo pensando unos segundos antes de contestar al de mejillas abultadas.

-¿Te parece bien a las diez?-le contestó en forma de pregunta.

-Sí, claro.-respondió el menor.

-Pues a las diez será.-dicho esto, se sonrieron y acordaron encontrarse, a la mañana siguiente, en la puerta del restaurante de aquel hotel

→→→

Una vez Minho dejó al más pequeño en su habitación, él regresó a la suya, caminando por los pasillos del hotel con una gran sonrisa en sus labios. Él realmente estaba muy feliz, agradecía pasar tiempo con el de pelo naranja.

Aunque aún no tenía claro lo que sentía por él.
Quizás era admiración o realmente se estaba enamorando de el menor. Aún no lo sabía.

Por esto mismo necesitaba pasar el tiempo con Jisung. Estrecharse entre sus brazos como hicieron esta misma tarde. Hablar de todo y nada mientras se miraban fijamente a los ojos y se dedicaban sonrisas.

Solo así podría aclarar sus sentimientos.

Solo así podría olvidar el dolor que anteriormente, Seo Changbin, le hizo.

Y sí, seguían existiendo esas noches en las que el pelinegro derramaba un río de lágrimas por aquel chico que le hizo tanto daño, aunque nadie sabía de esto. Minho siempre intentaba ocultar sus sentimientos con una sonrisa.

Este era uno de los motivos por lo cual necesitaba a Jisung a su lado. Le necesitaba siempre, aunque el verano llegue a su fin.

Le quería en su día a día.

Quizás porque el menor hacía mejor a su autoestima, o quizás porque necesitaba volver a ser amado.

Tal y como él amó a Changbin.

Y por desgracia, hoy era otra de esas noches.

Acababa de llegar a su habitación de hotel correspondiente, y lo primero que hizo fue deshacerse de su ropa para ponerse su pijama.

Sabía que estaba solo dado que sus padres habían salido.

Cosa de la que Minho se alegró. De esta manera estaría solo para derramar tantas lágrimas como su cansancio pudiera.

Y una vez conseguido el primer paso, se encerró en su cuarto, (donde solamente había una cama, una mesita de noche con una lámpara y una pequeña cómoda para guardar la ropa) y se tumbó en su cama. Ni si quiera se dió el lujo de encender la luz cuando obtuvo paso a la habitación.

Cuando ya estuvo tumbado boca arriba en la cama, lágrimas empezaron a salir de sus oscuros ojos.

Minho aún no sabía porque seguía llorando por alguien que ya no significaba nada en su vida.

Siempre se preguntaba lo mismo; ¿por qué lloras por alguien que solo hizo pedazos tu corazón?

Quizás era porque esos pedazos aún amaban al más bajito.

Pero Minho no lo sabía, solamente se dedicaba a llorar, como si eso pudiera evitar su dolor.

Como si llorando dejara de amarle.

Es cierto que no quería volver a ser su pareja, ni tener a alguien de su estilo como novio. Pero aún le quería, y eso le estaba matando por dentro.

Minho ahora mismo era un mar de lágrimas, pero no solo eso, también era un mar de confusiones.

No tenía claro si su corazón seguía latiendo por Changbin, o si actualmente, este era dueño de Jisung.

𝐬𝐮𝐦𝐦𝐞𝐫 𝐥𝐨𝐯𝐞 📌 𝐦𝐢𝐧𝐬𝐮𝐧𝐠 ( 𝐬𝐭𝐫𝐚𝐲 𝐤𝐢𝐝𝐬 ) [ PAUSADA ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora