HIJO DE UNA MAFIOSA #2

Capitulo 7

Al día siguiente, como de costumbre me levanto a correr. Vicki se fue después que acabamos, no me gusta dormir con mis sumisas, luego se hacen ilusiones y eso de enamorarse no esta en el contrato.

Voy corriendo por el parque y como si ya se hiciera costumbre me encuentro con la mismísima Camila Espinoza, hoy tengo ganas de molestar un poco, se que suena infantil pero su miedo me hace mucha gracia.

Voy corriendo hacia su misma dirección y choco con ella.- Hijo de tu puta ma.....- se calla cuando me ve.

-¿ que decías cariño ?.- digo para intimidarla, pero ella se queda como si nada estuviera pasando.

- Que te fijes por donde pasas cabrón. - para hablarme así se ve que tiene sus agallas la niña.

- Esa boquita, se nota que solo tienes una cara bonita porque lo de naca se te nota he.- no acostumbro a decirle eso a las mujeres, pero ella me incita  querer molestarla, me encanta ver sus ojos enojados.

- Esta naca te puede partir la boca en dos pedazos si te propasas con ella- me desafía. Me gusta

- Mm, interesante - digo para seguir molestándola.

- ¿ Sabes que ? no voy a perder mi tiempo contigo, tengo cosas muchos mas importantes que hacer.

- Créeme que jamas habías gastado tanto tu tiempo con alguien o algo que valga mas la pena que yo.- le digo y me le acerco lentamente, tanto que puedo sentir su respiración agitada .

- Eres un maldito arrogante de mierda, se nota que el único que te quiere y te aguanta eres tu mismo.

Y se va dejándome con la palabra en la boca....

Narra Camila.

Mi día comienza de la mejor manera, bajo a desayunar y me encuentro a mi padre - cosa rara porque el casi nunca desayuna conmigo.

- Buenos días padre - lo saludo con un beso en la mejilla.

- Buen día hija, desayuna. Hoy tenemos una entrega muy grande, te encargo mucho eso.- me dice mientras se levanta de la masa y me deja ahí sola.

Desayuno lo más rápido que puedo y hacia el segundo almacén, donde se encuentra mi despacho. En el almacén todo está en orden, todos están en su trabajo, me encuentro con mi hombre de confianza, Carlos, el es uno de los pocos que saben la mayoría de mis negocios- porque si, tengo mi propio negocio, no dependo de mi padre aunque eso el no lo sabe. Es mejor mantenerlo así mientras mi propio imperio sube.

- Carlos te quiero en mi despacho en 5 - le ordeno.

No lo dejo que me responda y entro a mi despacho, segundos después entra Carlos.

- Que desea señorita - dice Carlos.

- Quiero todos los informes de las ventas y quiero que en la tarde me acompañes a la entrega de mercancía de mi papá para luego ir a la bodega, necesito ver cómo va todo con el vino.- digo sin mirarlo pero se que está cerca - y no te dije que te sentarás - digo cuando se toma la osadía de sentarse sin permiso.

Se para de la silla y ahí levanto la mirada, cierra la puerta con seguro y viene hacia mi.

-¿De donde viene ese mal humor?- dice detrás de mi, se pega y comienza a besar mi cuello.

- Mi mal humor comenzó en el momento en que te vi, y aléjate de mi si no quieres terminar con un balazo entre ceja y ceja.- lo empuje para que se alejara.

- Mm... no sabes cuánto me gusta que seas ruda. No puedo olvidar la noche que pase contigo.-me comienza a besar el lóbulo de la oreja. Me volteo y lo beso apasionadamente, el me levanta y me sube a mi escritorio.

Nos deshacemos de nuestra ropa y en cuestión de segundos lo tengo entre mis piernas, penetrandome de una manera exquisita, como me gusta duro, luego lento, me hala del cabello, lo golpeo y llegamos al orgasmo.

- uff, eso fue fantástico.- dice y comienza a besarme y lo alejo de mi.

- Que bueno que te gusto, porque no se volverá a repetir. cámbiate, recojo tus cosas y lárgate.

- Pero... pensé que te había gustado, ademas no es la primera vez que lo hacemos.-dice confundido.

- Porque no es la primera vez es que ya no quiero, yo no me acuesto con la misma persona más de tres veces.

Con la cabeza abajo, se termina de vestir y se va.