Un siglo, y algo mas

OO4

—¿Mi madre los siguió?— Pregunta Mal a los tres adultos.

—No— Responde Grimhilde —Dijo que tenia cosas que hacer, no nos dio muchas explicaciones. Y nosotros no se las pedimos.

—Perfecto— Dice Mal,casi chillando de emoción —Es hora de empezar a planear la operacion "Unir a los cascarrabias de nuevo"

. . . 

Malefica camina por el paramo junto a su fiel cuervo acompañándola sobre su hombro durante el trayecto, con los pensamientos inmersos en el Dios del Inframundo, ese lugar le recordaba tanto a el. Se debate mentalmente si debería hablar con el, rápidamente descarta la idea y suspiro sentándose. Convierte a Diaval en un humano nuevamente después de tanto tiempo.

Su ayudante la mira sabiendo lo que le pasa mas no habla ni se lo pregunta, el sabia que Malefica lo extrañaba. Extrañaba estar en sus brazos y sus besos.

Ella finge, y lo hace muy bien.

—Mi señora

—¿Hum?— Dice ella sin mirar a su acompañante.

—¿Esta así por el señor Hades?

Ella no responde a su pregunta, desviando la mirada, sin saber que ya ha respondido la pregunta de su ayudante con sus acciones.

. . . 

—¿Entonces ese el plan?— Pregunta Carlos con chico en brazos.

Su madre y los demas villanos asienten mientras Mal no deja de sonreír, escuchan la puerta y Ben se levanta a abrir. Quedando paralizado al ver a su suegro. Hades levanta una ceja ante su extraño comportamiento y lo aparta "delicadamente" para hacerse paso y entrar al castillo, vaya sorpresa que se llevo al ver a los amigos de su ex-mujer ahi.

Todos se quedaron callados mirando al dios y viceversa, hasta que entro Chad a la habitacion comiendo un panecillo y cantarruteando una melodía bastante pegajosa.

—Shalalalala, Kiss the girl— Canto y todos se le quedaron viendo —¿Que?

Antes de que Jay le respondiera Hades lo interrumpió.

—Mal, ¿Que hacen ellos aquí?— Señalo a los tres villanos quienes solo lo miraron con indiferencia.

La susodicha traga saliva estando muy nerviosa, le sonríe a su padre mientras encoge los hombros.

Sin dudas seria un largo día.

. . . 

—Entonces, ¿no hablara con el?— Le pregunta Diaval a Malefica

—¡Por supuesto que no!— El hada cruzo sus brazos —De por si es bastante difícil vivir en el mismo lugar que el, sera aun mas dificil hablarle. No puedo, y no debo— Sentencia ella.

—¿Por que?

Eso mismo se preguntaba ella, ¿por que le era tan difícil entablar una conversación con su ex-marido sin llegar a los gritos?. Ciertamente estar cerca de el le generaba sensaciones indescriptibles y algo mas a lo que ella se niega a darle nombre. Niega con la cabeza repetidas veces y suspira recordando todo lo que vivió junto al hombre de cabellera azul. Algunos recuerdos felices, y otros amargos, demasiado diría ella.

Se niega a escuchar a su corazón, pues para ella el amor era solamente un juego, un juego en el que puedes salir muy, muy herido.

Diaval arquea una de sus cejas y piensa en como lograr que la emperatriz acepte que lo que siente por el Dios no es repulsión, tenia que ayudar al plan a como diese lugar, no quería que Mal lo convirtiese en cuervo rostizado.

Una idea viene a su cabeza y sonríe.

. . . 

Mal había llevado a su padre al patio trasero del castillo para hablar con el a solas. Ambos caminaban sin decir nada.

—¿Ahora si me vas a decir por que los amigos de tu madre están aquí?— Soltó de la nada el Dios, parando su caminar y mirando a su hija con una ceja arqueada.

—¿Hay alguien que te guste?— La pelimorada desvió el tema con otra pregunta

—No me evadas, Mal Bertha

—Entonces tu tampoco lo hagas

Mal sonríe y su padre suelta un suspiro mientras siente el calor subir a sus mejillas, manifestándose en un lindo color carmín. 

—No— Responde después de algunos minutos de silencio, sin mirar a su hija

—Mírame mientras lo dices y así voy a creerte

Hades vuelve a suspirar mientras pasa ambas manos por su cabello, en un intento por no desesperarse. Suspira profundamente y deja escapar el aire que hace unos segundos tenia oprimido en su pecho. Se voltea dispuesto a irse hasta que siente un cuerpo chocar con el suyo, rápidamente toma a la persona con la que ha chocado de las muñecas para evitar que caiga al suelo. Y queda inmóvil al ver de quien se trata.

Las mejillas de Malefica adquieren un rubor bastante tenue. Mal los ve y hace todo lo posible para evitar que un grito de emoción escape de sus labios mientras Diaval, quien ha vuelto a su forma de cuervo se posa en su hombro.

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¡Hola mi querido #HadeficaShipperSquad!

Aqui les traigo el cuarto capitulo, y aprovecho para decirles que estén pendientes de mi perfil, ya que estoy trabajando en dos nuevos proyectos que estoy mas que segura les van a encantar.

¡Nos leemos en el siguiente!