PDV Samantha.
Me miraba de perfil en el espejo de la habitación, con aquel vestido amplio de raso azul pálido y no reconocía mi silueta, estaba embarazada de siete meses. Siete meses enteros. También había reparado que el recogido que llevaba me favorecía más de lo que solían hacerlo y últimamente tenía un brillo en los ojos que me iluminaba el rostro. Apoyaba mis manos intentando abarcar toda aquella prominencia pero me resultaba imposible. A pesar de sentirme cansada la mayor parte del tiempo, también notaba que tenía muchísima energía.
Sentí el aliento de Seth contra mi cuello mientras me rodeaba desde la espalda y contemplaba mi cuerpo desde el espejo. Sus ojos volvían a desprender buen humor y tranquilidad. Me giré para ponerme frente a él a pesar de no poder acercarme tanto como me hubiera gustado. El traje de vestir le quedaba perfecto y realzaba su buena planta.
-¿Lista para ser sometida a un intenso interrogatorio?- preguntó él de modo irónico.
Hoy era la boda de mi hermano, John se iba a casar con Holly, y habían pasado varios meses desde la ultima vez que los vi.
-La verdad es que no.- contesté mientras le ajustaba correctamente la corbata.- Lo peor va a ser por parte de mi madre y de sus amigas, espero que nos separen un poco.
-Aún recuerdo la cara que se le quedó a tu madre cuando se lo dijimos.- dijo Seth con una expresión juguetona en la cara.
-Yo más bien recuerdo la de mi hermano. Realmente pensé que te iba a dar para el pelo.- dije riéndome
-Espero que la pequeña no saque el carácter de tu familia.
-¿Y tú que sabes si es una niña?- dije cruzando me de brazos.
-¿Por qué no quieres saberlo? Sería todo más fácil.- dijo él dejando.de mirarme para ponerse la chaqueta que estaba sobre la cama.
-Porque tiene que ser una sorpresa.- dije acercándome a él para depositar un leve beso sobre sus labios.
-Te quiero.- le dije.
-Lo sé.- dijo acercándose a mí para besarme bien.
Yo sentí un golpe en el estómago y me aparté de él.
-Vaya, el duendecillo se anima.- dije cogiendo la mano de Seth y depositándola sobre mi estómago justo cuando se sintió otro golpe. Seth sonrió y cuando iba a decir alfo fue interrumpido por Bran que picó a la puerta seguido de Noah y Jeremy. Todos estaban estrictamente trajeados y la verdad es que imponían un poco. Mi hermano los había invitado a la boda después de haber pasado con nosotros una semana cuando Holly lo echó de casa después de una discusión. A partir de ahí se hicieron muy amigos.
-A ver, parejita, que se nos hace tarde y la única que hace eso es la novia.- dijo Bran tirando de mi mano mientras Noah acompañaba a Setj desde la espalda.
-En esta casa no se puede tener intimidad.- dije yo finjiendo enfado
-La verdad, creo que os hemos dejado demasiada.- dijo Noah mirando hacia mi barriga. Yo rodé los ojos y no pude hacer otra cosa que reír.
Cuando llegamos a la iglesia, la ceremonia ya había comenzado.
-Somos un desastre.- susurraba yo mientras abría la puerta lateral de la iglesia para evitar pasar lo más inadvertidos posibles, cosa que funcionó a las mil maravillas. Aunque nos quedamos de pie los cinco en el lateral de la iglesia, podía ver a Holly y a mi hermano, que llevaba un traje resaltando su figura a mas no poder, como siempre y Holly, que iba perfecta y radiante.
Veinte minutos después la ceremonia ya estaba acabando y yo estaba muy inquieta porque me dolía todo de estar tanto rato de pie.
Seth me cogió la mano buscando mi atención y me susurró al oído para evitar las miradas molestas.
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Donde el viento te lleve. (CORRIGIÉNDOSE)
General FictionCansada de la vida llena de superioridad, excesos, caprichos, privilegios, limitaciones y pautas que acarrea la clase alta en la que se ha criado y que nunca a soportado, Samantha Grey abandona la buena vida que le proporcionan su padres y sus estud...